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Diada en Madrid

Illa pregona a los cuatro vientos que “Cataluña ha vuelto”, sea en la Zarzuela, en un almuerzo con empresarios o en los jardines de la delegación catalana en Madrid entre habaneras

Salvador Illa, en la celebración de la Diada en Madrid, este miércoles. / Xavier Amado

"¡Qué bien! ¡Esto no es lo habitual!", espetó este miércoles el rey Felipe VI al comprobar el gran interés periodístico por su audiencia en la Zarzuela con el presidente de la Generalitat, Salvador Illa. El apunte histórico que justificaba ese interés lo hicieron los propios periodistas: desde 2015, cuando Artur Mas se reunió con el Rey en pleno procés durante hora y media, ningún presidente catalán había pisado el palacio real. Ni Carles Puigdemont ni Quim Torra ni Pere Aragonès tuvieron a bien desplazarse a la Zarzuela tras asumir el cargo.

La normalización de las relaciones entre Cataluña y el resto de España continuaron por la tarde, con la tradicional celebración de la Diada en Madrid, que presidió el propio Illa tras recordar que ningún presidente de la Generalitat había participado en este acto desde 2011. Los jardines de la Delegación de la Generalitat en la céntrica calle de Alcalá se quedaron pequeños para acoger a las decenas de catalanes residentes en la capital invitados al acto, aunque sorprendió la abultadísima nómina de ministros: María Jesús Montero, Jordi Hereu, Margarita Robles, Luis Planas, Elma Saiz, Ángel Víctor Torres… Y de anfitriona, la nueva delegada y exalcaldesa de L’Hospitalet, Núria Marín, cuyo perfil dialogante y hacedora de consensos será básico en el nuevo contexto.

Aunque el auditorio no era especialmente hostil a Illa, la música de su discurso caló en los presentes más que las habaneras con las que se cerró el acto: recuperó su ya tradicional "Cataluña ha vuelto", llamó a mantener "bien firmes" todos los "puentes" y anunció una gira por el resto de comunidades autónomas.

Dos fotos, con el Rey por la mañana y la sociedad civil catalanomadrileña por la tarde, de gran simbolismo tras años de procés, aunque la cita más destacada de la agenda de Illa este miércoles en Madrid no fue ninguno de estos actos, tampoco su visita a la exposición sobre Unanumo en la Biblioteca Nacional, lo fue el almuerzo mantenido con una treintena de empresarios de primer nivel en el que transmitió que "Cataluña es de fiar", ha recuperado la seguridad jurídica y eludirá la confrontación porque el objetivo principal es recuperar inversiones para que vuelva a liderar la economía española. Y de paso, les dijo también que no deben preocuparse mucho por el sistema de financiación pactado con ERC.

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Cataluña no ha vuelto porque nunca se fue y menos aún de Madrid, donde hay una nutrida representación catalana en puestos de responsabilidad, pero sí es verdad que los años del procés abrieron una grieta emocional de gran calado que tardará tiempo en cicatrizar.