Opinión | MÁS ALLÁ DEL NEGRÓN

¿Oro? Sí, gracias

La burocracia tiene paralizado el proyecto de explotación del yacimiento aurífero de Salave

Lingotes de oro.

Nos quejamos de una excesiva dependencia del turismo. Nos quejamos de que Asturias no levanta cabeza desde el final de la explotación del carbón y la reconversión. Nos quejamos de la falta de industria, auténtico soporte de una economía. Nos quejamos de la preponderancia del sector público. Nos quejamos de unas altísimas cifras de paro. Nos quejamos de que nuestros jóvenes talentos se ven obligados a emigrar por falta de alternativas en su tierra.

Nos quejamos mucho todos. Empezando por el Gobierno del Principado, siguiendo por las asociaciones ecologistas y los propios vecinos. Nos puede el conservadurismo, nos hemos instalado en la preservación de la aldea perdida ya a finales del siglo XIX. Vivimos instalados en la queja y en la inacción, en un irracional miedo al futuro, y, cuando llega una oportunidad, algo nuevo, enterramos la cabeza como los avestruces.

El artículo del geólogo José Antonio Sáenz de Santa María sobre el proyecto de explotación del viejo yacimiento de oro romano de Salave (Tapia de Casariego) me alertó de un ejemplo claro de inacción y de miedo al futuro. La empresa Exploraciones Mineras del Cantábrico lleva tres años y cuatro millones invertidos esperando el visto bueno del Ayuntamiento de Tapia –alcalde del PP– y del Principado de Asturias –presidente del PSOE– esperando a que sea el otro quien dé el primer paso. Vamos, que el proyecto duerme el sueño de los justos en un "limbo legal", según explicaba aquí mi viejo amigo Javier Cuartas. "Solo queremos que resuelvan, que digan que sí o que no y por qué", me aclaraba en Madrid un alto directivo de la compañía afectada.

¿En qué consiste el proyecto? Me explican. Se trata de la extracción de oro, pero no sólo. Además, hay indicios sólidos de la presencia de otros metales de interés estratégico de la Unión Europea: wolframio, cobre, molibdeno, antimonio, etc. Metales todos ellos imprescindibles en los aparatos de las nuevas tecnologías. Ejemplo, usted en su móvil lleva 0.03 gramos de oro. Por España circulan 900 toneladas del metal precioso en diversos aparatos electrónicos que utilizamos a diario. El hecho de que estos metales sean considerados de interés estratégico se debe a que en estos momentos dependemos de Rusia, China, Congo y otros países africanos, países no muy de fiar, cuyas explotaciones se están llevando a cabo de forma nada transparente.

¿Qué pasa entonces? Pregunto al ingeniero Maximino González Santana, exdirectivo de Hunosa y expresidente de Brigada Salvamento Minero, que tanto me ayuda en mis artículos. Experto en minería y sin relación alguna con la empresa EMC, me explica: "El proyecto de Tapia es un ejemplo de minería moderna sostenible y responsable que, a mi juicio, sería compatible con el resto de actividades agrícolas, turísticas y pesqueras que ahora mismo se están realizando en la zona. En el momento en que las dos administraciones (local y regional) se pongan de acuerdo para emitir modificación del PGOU y Declaración de Impacto Ambiental favorable, dicho proyecto, hasta donde yo conozco, cumpliría con toda la normativa minera y ambiental a nivel autonómico, nacional y de la UE. Bajo estas condiciones, la posición de los sindicatos mineros no debería de ser contraria a la explotación, aunque reconozco que sólo ellos pueden emitir pronunciamiento favorable a la misma".

Exploraciones Mineras del Cantábrico no tiene el nombre de Amazon –que sólo ha encontrado facilidades–, pero parece una empresa seria. ¿Qué ofrece? Una inversión de 150 millones, 200 puestos de trabajo directos y 800 indirectos, una eliminación de residuos que no afecta al medioambiente… Una oferta que Asturias no está en posición de ignorar.

Pulsa para ver más contenido para ti

Para enfrentarse al futuro es necesario cierto arrojo, cierta audacia y, sobre todo, ser resolutivo. Buscamos desesperadamente empresas que inviertan en Asturias. ¿Qué necesitan esas empresas dispuestas a invertir? Lo primero, recursos que explotar, que tenemos de sobra. Lo segundo, seguridad jurídica, que presumiblemente está garantizada. Y lo tercero, una administración ágil, eficiente y dinámica que no pervierta esa seguridad jurídica. Porque, y nunca más a propósito, el tiempo es oro.

Pulsa para ver más contenido para ti