Antonio Palacios

De Antonio Palacios se ha escrito que es a Madrid lo que Gaudí a Barcelona o que transformó la capital en una ciudad moderna y cosmopolita en la primera mitad del siglo pasado. Seguramente hay un poco de todo ello, porque lo cierto es que el arquitecto gallego dejó una huella que aún perdura en Madrid.

Es muy posible que usted no lo sepa, pero la ciudad le debe el Palacio de Comunicaciones, en la plaza de Cibeles, actual sede del Ayuntamiento, el Círculo de Bellas Artes, el Palacio de Maudes, antiguo hospital de jornaleros y ahora Consejería de Transportes, el Edificio de las Cariátides, cuyo nombre seguramente no le sonará pero que conoce porque acoge el Instituto Cervantes, o el Casino de Madrid, con su impresionante escalera del Patio de Honor. Un legado arquitectónico que impresiona.

Menos conocida es la relación de Palacios con Metro de Madrid, en cuya construcción colaboró activamente como acreditan sus fotos con Alfonso XII, el primer financiador del suburbano madrileño. Suyo es el templete de la estación de Gran Vía, situado en la red de San Luis, que el gallego ideó para facilitar la salida de los viajeros.

Como la estación estaba a 20 metros de profundidad, se construyó un ascensor para acceder a la misma y un templete para protegerlo de las inclemencias meteorológicas. Para su construcción, Palacios utilizó granito procedente de O Porriño, la localidad pontevedresa donde nació y que desde 1970 acoge el templete original. El que usted puede ver ahora en la Gran Vía es una fiel reproducción inaugurada hace tres años.

Precisamente para resaltar ese vínculo de O Porriño y Galicia con Madrid que Palacios fomentó, este viernes se celebra en su localidad natal un acto de hermanamiento entre ambas comunidades, con los presidentes Rueda y Ayuso y el alcalde Almeida, impulsado por Faro de Vigo y el resto de medios gallegos de Prensa Ibérica, que abrirá el presidente de este grupo, Javier Moll.

Antonio Palacios siempre decía que quería hacer hablar a las piedras. Un siglo y medio después, se puede afirmar que consiguió su objetivo y que su obra habla por él. Galicia y Madrid así se lo reconocerán este viernes.