Opinión | GOBERNABILIDAD

Feijóo y una moción de censura

Ni por un lado, ni por otro, es viable en este momento una operación que destrone a Sánchez

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. / EP

Durante los últimos días se elucubra sobre una moción de censura que debería presentar Alberto Núñez Feijóo contra Pedro Sánchez. No se habla del momento, pero sí de la oportunidad que representaría cuando la suma dé. Quien esto defiende acepta, naturalmente, que en ese acuerdo deberían entrar el PNV y JxCat, junto con Vox. Todos ellos sumarían 182 diputados, por encima de los 176 necesarios. Esta operación aguanta como se sostiene un PowerPoint contable. O sea, a gusto del consumidor. Sin embargo, esa posibilidad es inviable o casi inviable, que en política todo es posible y más.

No hay duda de que Pedro Sánchez tiene sobre la mesa unos cuantos marrones delicados. El Gobierno puede que no les dé bola, pero las reincidentes dudas sobre el caso Koldo, el fraude de hidrocarburos, el conocimiento que tenía el presidente, el número uno, sobre la irregular visita de la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez a su paso por Barajas y, para liarla más, la extrañísima historia de unas supuestas bolsas llenas de billetes, unos 90.000 euros, que según una fuente anónima llegaron a la sede del PSOE en la calle Ferraz, pues todos estos casos son como una explosión en ramillete en medio de la debilidad parlamentaria del Gobierno.

Lo que pueda hacer Feijóo ante ese escenario es otra cuestión, y la moción de censura es la que tiene más trampas. Puede que el votante popular esté hastiado de aguantar a un Gobierno irresponsable que ha ido reconduciendo sus proyectos según necesidades, pero ello no exime al PP de ser prudente a la hora de elegir estrategias. ¿Cómo gestionaría Feijóo una presidencia obtenida gracias a los diputados independentistas de JxCat? Es evidente que, en un futuro no tan alejado, las dos formaciones están llamadas a mal entenderse, pero dudo que este sea el momento. No, hasta que el partido de Puigdemont no se aclare sobre qué quiere ser de mayor.

Tampoco Junts sabría cómo digerir votar a favor de un presidente en el Congreso. La última vez que eso ocurrió fue con aquel PDeCat que, seguidamente, saltó por los aires. Así que ni por un lado, ni por otro, es viable en este momento una moción de censura que destrone a Sánchez.

Otra cuestión es saber hasta cuándo aguantará el presidente esta situación de acoso. Mientras el PSOE le quita importancia, la tormenta perfecta se va formalizando. Es ahí donde Feijóo debería tener su juego preparado, y no perder el tiempo en espectáculos inútiles con la utilización de las víctimas de ETA.

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Los más graves problemas de España en este momento, además de la incompetente comprensión lectora en las escuelas, es la vivienda y la inmigración. En esos dos temas pivotan los resquemores y preocupaciones de los ciudadanos. ¿Qué proyectos tiene sobre la mesa el presidente popular para trabajar en estas dos cuestiones? Seguro que alguien de su equipo ha hecho propuestas interesantes. La derecha europea trabaja en ellos desde hace mucho tiempo. ¿Tiene preparadas soluciones que exponer en tiempo electoral? Las elecciones pueden ser cualquier mes. Perder el tiempo en política se paga.    

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