Opinión | LA PALABRA DE LOS NÚMEROS

Elecciones americanas y crisis fiscal

Se debate mucho sobre las propuestas proteccionistas que hace Donald Trump, menos sobre su decisión de intervenir la Reserva Federal y minar su independencia y casi nada sobre la situación fiscal y la deuda pública americana

Elecciones americanas y crisis fiscal

En noviembre los estadounidenses están convocados a votar y todos los ciudadanos del mundo nos jugamos mucho en clave de estabilidad política y gobernanza global, de seguridad y también nos afectará a nuestra economía. Se debate mucho sobre las propuestas proteccionistas que hace Donald Trump, menos sobre su decisión de intervenir la Reserva Federal y minar su independencia y casi nada sobre la situación fiscal y la deuda pública americana.

La deuda pública de EEUU supera el 120% del PIB, su máximo histórico por encima del alcanzado en 1946 después de la segunda guerra mundial. La deuda es el doble que antes de la crisis de 2008 y casi 20 puntos de PIB superior a la de antes de la Pandemia. Para reducir la deuda pública el PIB debe crecer más que el tipo de interés medio que paga y tener un superávit fiscal primario, excluyendo el pago de intereses de la deuda.

Según la oficina del presupuesto del Congreso el crecimiento potencial de EEUU estará en la próxima década cercano al 2%, medio punto menos que antes de la crisis de 2008 y la mitad que antes de 1973 que fue el final del sistema acordado en Bretton Woods 1945. La principal causa es el envejecimiento de la población que afecta negativamente a la oferta disponible de trabajadores ya que el crecimiento de la productividad, vinculado principalmente al desarrollo tecnológico y eficiencia de las empresas, sigue en el mismo nivel que en 2007.

Los tipos de interés han subido por la crisis de inflación de 2021, con la economía en pleno empleo y escasez de oferta de trabajadores no deberían volver al 0%, aunque seguirán bajos en términos históricos, si y sólo si los inversores siguen confiando en que EEUU tiene capacidad para devolver sus deudas. Eso no siempre ha sido así y el dólar ha registrado varias crisis financieras desde 1973. Recordemos la crisis de la libra que provocó Liz Truss en Reino Unido en 2022 anunciando un presupuesto muy expansivo que le costó su puesto y la peor derrota de la historia del partido Conservador en las recientes elecciones. Si eso se produce en EEUU la crisis sería global al ser el dólar la moneda ancla del sistema monetario mundial.

En este escenario es clave para los inversores saber que va a hacer el próximo gobierno con el déficit y la deuda pública. Las propuesta de Trump son igual de locas e irresponsables que las de 2016; bajadas de impuestos, más gasto, más déficit y más deuda. Tanto Bill Clinton como Obama hicieron una gestión responsable del déficit y la deuda pero la administración Biden-Harris heredó una situación fiscal desastrosa de Trump pero, tras cuatro años en la Casa Blanca, la situación actual es mucho peor. El pasado año el déficit fiscal fue superior al 8% del PIB y la previsión del FMI hasta 2029 es que no baje significativamente del 6%.

Pulsa para ver más contenido para ti

En la convención demócrata Kamala ha propuesto más gasto, subir solo impuestos a las empresas y los ricos con poca recaudación y controles de precios que afectarían negativamente a la productividad y la capacidad para devolver la deuda. ¿Seguirán los inversores confiando en el dólar? Veremos.   

Pulsa para ver más contenido para ti