Opinión | INVESTIDURA DE ILLA

La normalidad debe alcanzar a los Mossos

Illa tiene ante sí el inmenso reto de recuperar a los Mossos para que su dirección esté a la altura de sus efectivos

Salvador Illa, investido president de la Generalitat. / JORDI OTIX

Salvador Illa está predestinado a liderar etapas de regreso a la normalidad. Lo hizo como ministro de Sanidad cuando puso en marcha aquello que llamamos "la nueva normalidad" vinculada a la vacunación contra el covid 19. La jornada de ayer supuso en Cataluña la transición definitiva entre los últimos estertores de la excepcionalidad de Puigdemont y la consolidación de la recuperación de la normalidad institucional que abrió hace tres años el president Pere Aragonès y que desde hoy se propone liderar el president Salvador Illa. 

Mañana de agitación callejera, de zarandear a los Mossos de Esquadra, de jugadas aparentemente maestras que no llevan a ninguna parte, de incertidumbre autoinfringida. Tarde de debate parlamentario sereno, de intercambio de maneras de entender Cataluña, de confrontación con la extrema derecha y, finalmente, de votación: 68 votos a favor y 66 en contraPuigdemont faltó al momento más importante de la democracia y no ejerció ese derecho ni de manera telemática. Una muestra más de que su manera de gestionar el apoyo popular del que goza aleja a Junts del poder en lugar de propulsarlo.

Illa declaró en la investidura que asumía el legado de Aragonès, el presidente que empezó a devolver a la Generalitat a la realidad tras el periodo mágico de Puigdemont y de Torra. Illa tiene el reto de intensificar ese regreso a la normalidad institucional, sin sobreactuaciones, pero con toda la contundencia posible. Y en ese camino, el nuevo presidente tiene ante sí el inmenso reto de recuperar a los Mossos para que su dirección esté a la altura de sus efectivos.

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Illa debe investigar hasta el final qué ocurrió exactamente con el dispositivo de los Mossos para ejercer sus competencias como policía judicial y detener a Carles Puigdemont y en ese empeño es tan importante determinar si alguien no hizo bien su trabajo como saber si alguien les tendió una trampa desde dentro del propio cuerpo para prepararse el terreno y ayudar a un antiguo compañero de paella.

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