CAMBIO HORARIO

¿Más cansado de lo habitual? Esta es la razón por la que este lunes se te está haciendo cuesta arriba

Si hubiese un horario de verano permanente, en los meses de invierno habría falta de luz por la mañana y en los de verano un exceso de luz por la noche, una situación que desajusta el reloj interno y puede provocar bajo rendimiento y vulnerabilidad a determinadas enfermedades

¿Más cansado de lo habitual? Esta es la razón por la que este lunes se te está haciendo cuesta arriba / Freepik

Rafa Sardiña

En la madrugada del sábado al domingo adelantamos una hora para adentrarnos en el horario de verano.

El cambio de horario, aunque solo sea de una hora, altera el tiempo de exposición al sol durante el día y desequilibra al reloj interno, que tarda varios días en reajustarse. Y es que, cambiar la hora implica un periodo de adaptación, como explican los expertos de la Sociedad Española de Sueño (SES).

Por eso, es habitual que los primeros días después del cambio de hora algunas personas refieran irritabilidad, falta de concentración, bajo rendimiento laboral e insomnio

Estudios recientes elaborados en la Universidad de Murcia indican que el horario de invierno en España es, por un lado, el que permite una mayor sincronía entre la salida del sol y el inicio de la jornada laboral y escolar.

Nuestra postura viene avalada por estudios científicos que muestran que el horario de invierno promueve un ritmo biológico más estable que el del verano

Y, por otro, el que conlleva una mayor exposición a la luz solar durante la franja horaria laboral y escolar. No ocurre lo mismo con el horario estival.

Desde SES, indican que si hubiese un horario de verano permanente, en los meses de invierno habría falta de luz por la mañana y en los de verano un exceso de luz por la noche, una situación que desajusta el reloj interno y puede provocar bajo rendimiento y vulnerabilidad a determinadas enfermedades. 

En algunas ciudades españolas, un horario de verano durante todo el año supondría que en invierno el amanecer no se produciría antes de las 9.30 horas y que en verano el anochecer llegaría sobre las 22:00 horas. 

¿Es el horario de invierno el mejor?

Por todo ello, la Sociedad Española de Sueño aconseja que en España lo más conveniente para la salud es que exista un horario estable sin cambios durante el año; y que se mantenga de forma permanente el horario de invierno (GMT+1).

Gracias a esto se conseguiría una mayor exposición a la luz solar durante la franja horaria laboral y escolar más habitual (8:00 am – 17:00 pm), especialmente en las primeras horas de la mañana.

“Nuestra postura viene avalada por estudios científicos que muestran que el horario de invierno promueve un ritmo biológico más estable que el del verano, mejora el rendimiento intelectual y, ayuda a disminuir la aparición de enfermedades como las cardiovasculares, la obesidad, el insomnio y la depresión”. 

El horario de invierno, por tanto, sería el más beneficioso para la población española, especialmente para los grupos más sensibles a los cambios de horario y a padecer trastornos del sueño y de la salud como son los niños y las personas de edad avanzada.

¿Cómo nos afecta este cambio al organismo?

Además, el cambio de hora de verano puede alterar nuestros ritmos circadianos, que son los procesos biológicos que regulan nuestro sueño y vigilia, la temperatura corporal, la hormona del estrés, entre otros.

Se recomienda mantener una buena higiene del sueño, exponerse a la luz natural durante el día, evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir, y mantener una alimentación saludable y hacer ejercicio regularmente

La exposición a la luz es uno de los principales factores que influyen en nuestros ritmos circadianos, y el cambio de hora de verano puede alterar la relación entre la luz y la oscuridad, lo que puede afectar la calidad y la duración del sueño.

Este tratamiento contra el insomnio crónico no genera dependencia al paciente / Freepik

En general, los efectos del cambio de hora de verano pueden variar de una persona a otra, dependiendo de factores como la edad, la salud, el estilo de vida y la exposición a la luz.

Para minimizar los efectos del cambio de hora, se recomienda mantener una buena higiene del sueño, exponerse a la luz natural durante el día, evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir, y mantener una alimentación saludable y hacer ejercicio regularmente.

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