PEDIATRÍA

Nuevo medicamento contra el VRS ¿Es seguro? ¿quién debe tomarlo? Los doctores responden

El virus respiratorio sincitial, VRS, es el responsable de entre el 65 y el 85% de los casos de bronquiolitis en niños muy pequeños.

Medicamento contra el VRS ¿Es seguro? ¿A qué niños hay que administrarlo? / Pediatrician giving little baby an injection in clinic

Rebeca Gil

La bajada de las temperaturas a la que nos enfrentaremos desde esta semana marca el inicio de la temporada de bronquiolitis en los niños más pequeños. Hablamos de una infección respiratoria producida por virus que provocan la inflamación de los bronquios y los bronquiolos

Una patología que llena las consultas pediátricas durante el invierno y que puede llegar provocar en muchos casos el ingreso hospitalario del niño. 

Y el virus que con más frecuencia, entre el 65 y el 85% de los casos, provoca la bronquiolitis es el virus respiratorio sincitial, el VRS. Afortunadamente, los investigadores han desarrollado un fármaco, un anticuerpo monoclonal para prevenir las infecciones

Este fármaco ya está incluido en el calendario de algunas comunidades autónomas como Galicia, y el Ministerio de Sanidad recomienda su administración a los bebés vulnerables (prematuros o con patologías de riesgo) y a todos “los menores de 6 meses en el momento de comienzo de la temporada de VRS (considerada entre los meses de octubre y marzo) así como a los nacidos durante dicha temporada”. 

Pero como ocurre cuando aparece un medicamento o vacuna nuevo para los más pequeños de la casa, las dudas sobre su administración o no, surgen entre los padres.

Para despejar dudas la Asociación Española de Pediatría ha elaborado un documento donde explica en qué consiste esta vacuna, cuando administrarla y a quién. 

El VRS es el responsable de entre el 65 y el 85% de los casos de bronquiolitis.

En qué consiste este medicamento contra el VRS

Este nuevo fármaco es el Nirsevimab, un anticuerpo monoclonal que se administra como una vacuna (inyectado).

  • Solo requiere una dosis para proporcionar de forma inmediata protección contra el VRS durante “al menos, 5 meses”, explican los pediatras de la AEP. 

Una vez que se administra, los anticuerpos se ‘pegan’ al VRS impidiendo la fusión del virus con las células del sistema respiratorio. Este tipo de mecanismo es independiente del sistema inmune del bebé, que va a seguir generando sus defensas de forma normal según vaya creciendo el niño. 

Además, no hay que olvidar que la novedad de este anticuerpo es relativa, puesto que hace más de 10 años se usa un medicamento muy similar (palivizumab) “para prevenir las bronquiolitis en los bebés prematuros y los de más alto riesgo” aclaran. 

¿Es eficaz? ¿Y seguro?

Diferentes estudios han demostrado su alta eficacia, ya que reduce las hospitalizaciones en más de un 83% y reduce más de la mitad de “las infecciones respiratorias por cualquier causa”. 

En cuanto a su seguridad, los ensayos clínicos han demostrado que sí. Además, sus efectos secundarios son leves. El más habitual, aunque solo se produce en menos del 1% de los bebés, es la aparición de una reacción “cutánea transitoria en los 14 días posteriores a la dosis”, aclaran desde la AEP. 

Además, puede ser administrado junto con las otras vacunas del calendario de forma segura, porque el mecanismo de actuación es distinto al de las vacunas yeso hace que el anticuerpo no interfiera en su eficacia. También se puede administrar si el bebé ya ha sufrido una bronquiolitis. 

Este es el temido VRS, virus respiratorio sincitial, que causa las peligrosas bronquiolitis / Autor: CDC/ Dr. Erskine Palmer

¿Se puede administrar a cualquier niño? ¿Cuántas dosis hay que poner?

Las indicaciones de la AEP dicen que es recomendable que se administre a: 

  • Recién nacidos y lactantes durante su primera temporada de VRS. 
  • Niños de mayor riesgo menores de 24 meses en las dos primeras temporadas. En esta categoría entrarían los bebés prematuros, neonatos o lactantes con cardiopatías congénitas, con displasia broncopulmonar, o con otras patologías que suponen “un riesgo elevado de sufrir bronquiolitis grave por VRS”, detallan los especialistas.

El medicamento se debería inyectar antes de que comience la temporada del VRS (octubre-noviembre) si nos referimos a niños nacidos hace seis meses o menos. Si nuestro hijo nace durante la temporada de infecciones (octubre-marzo), lo ideal es que salga vacunado antes de salir del centro donde ha nacido. 

En niños sanos, una dosis del anticuerpo monoclonal es suficiente. Y es que, aunque impide que el niño desarrolle la infección por VRS, no evita que el organismo entre en contacto con el virus y, por tanto, desarrolle su propia inmunidad ante él. 

De hecho, si se produce una infección en la segunda temporada de VRS, el niño la suele pasar de forma mucho más leve. 

En niños sanos una dosis es suficiente.

No ocurre lo mismo con los niños más vulnerables (con cardiopatías, displasia pulmonar u otras patologías graves), a los que habrá que administrar una segunda dosis en la siguiente temporada del VRS, siempre que el niño sea menor de dos años. 

Por otro lado, desde la AEP recuerdan que su administración va a depender de la comunidad autónoma en la que vivamos, porque son ellas las que tienen las competencias para decidir las fechas, los puntos de administración y la población a las que aplicarlas.

  • Y no, no se puede adquirir el Nirsevimab en las farmacias. Solo está disponible en centros hospitalarios.

Consejos básicos para prevenir la infección por VRS

Por último, los expertos en pediatría insisten en que, con independencia de si se administra el fármaco contra el VRS o no, es esencial seguir las recomendaciones de prevención para evitar contagios ya sean de este virus o de otros. Las más importantes son:

  • Higiene de manos. 
  • Cubrirse la boca o nariz con el codo si estornudamos o tosemos. 
  • Usar pañuelos desechables y no olvidar tirarlos. 
  • Aunque la conciliación es complicada, lo mejor es no llevar al niño a la guardería si está malo. 
  • Evitar que personas con síntomas respiratorios, aunque sean leves, se acerquen al bebé. Si no hay más remedio que hacerlo, hay que ponerse mascarilla. 
  • Evitar la exposición al humo del tabaco y los ambientes muy concurridos.
  • Promover la lactancia materna
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