CIENCIA

Alcalá de Henares busca el 'supercereal' que logre sobrevivir a la sequía

Un grupo de científicos del INIA-CSIC estudia en el municipio las claves genéticas de cereales de 16 países de Europa

Grupo de agronomía de INIA / INIA

Juan Luis Martín

El cambio climático es una realidad. Y con él, las sequías. España lleva varios años sufriendo la escasez de agua y sectores como la agricultura están directamente afectados.

El pasado año 2023 fue el segundo más cálido desde 1961 y muy seco en cuanto a lluvias, con una media de precipitación sobre España peninsular de 536,6 mm, dato que representa el 84 % del valor normal en el periodo de referencia 1991-2020. Se trata del sexto año más seco desde el comienzo de la serie en 1961, y el cuarto del siglo XXI.

Serie de precipitación media del año 2023 en España peninsular desde 1961. La línea morada representa el valor medio del periodo de referencia 1991-2020. / AEMET

Los datos del año pasado reflejan los daños que han sufrido las tierras y cultivos de los agricultores. Y, en especial, el cultivo de cereales es uno de los que más dañado se ha visto.

Objetivo climático ambicioso para 2024

Por todo ello, España y otros diez países de la Unión Europea han solicitado a la Comisión Europea un objetivo climático ambicioso para 2040.

Desde Bruselas quieren asegurarse de encontrar una modalidad de trigo que sea resistente a las altas temperaturas y a la falta de agua, para dotar así de seguridad a los agricultores que se han visto (y se ven) afectados por la sequía.

Los investigadores analizan las claves genéticas de cereales de 16 países europeos con condiciones secas para conseguir dicho 'supercereal'.

Este es el origen del proyecto de investigación que se lleva a cabo en el Centro de Recursos Fitogenéticos del INIA, en Alcalá de Henares.

Dicho plan, dirigido por la doctora Magdalena Ruiz, pretende encontrar qué propiedades y características tiene dicho 'supercereal' para poder incorporarlas a los cultivos que sufren las sequías. El producto que se estaría buscando sería parecido al mijo, un grano pequeño que se adapta bien a las tierras áridas.

Cosecha de cereal dañada por la sequía. / JUANI RUZ

Prevenir, mejor que curar

Según explica Luis Guasch, director del Centro, se trata de custodiar estas semillas a temperaturas de hasta 20 grados bajo cero por si sucede alguna catástrofe que motive el tener que hacerlas germinar en un futuro en el campo.

Parte de estas semillas que están custodiadas, viajarán al Banco Mundial de Semillas de Svalvaard, en el Polo Norte, donde se vigilan y estudian las semillas de plantas de todo el Planeta.

Esta investigación promovida por la Unión Europea es símbolo de esperanza para la agricultura, el sector más afectado por las sequías.

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