Marta Catalan, cuentacuentos: "Una historia leída o contada entra mejor que vista en pantalla"

Marta Catalan (Gràcia, 1978) estudió Traducción e Interpretación en la UAB, pero se apasionó por la educación y de ahí a contar historias apenas hubo un paso. "Siempre me ha gustado leer, escribir, inventar historias, la fantasía. Y así descubrí el gusto por contar cuentos".

Aprendió el arte de la narración oral de Numancia Rojas y estudió acordeón. Ahora, tras 15 años de biblioteca en biblioteca con sus relatos llenos de magia a cuestas, se define como "contadora de historias y melodías, y una ferviente defensora del poder de las sonrisas, la comunicación y la vida calma".

Igual explica historias a críos de uno a tres años y a niños de hasta siete que dirige talleres de lectura en voz alta a los que acuden muchos mayores, o cursos para gente que necesita hablar en público por trabajo: "Cuesta hacer entender que el arte de hablar tiene bastante de actuación, que han de seducir al público con su historia, que han de construir su relato y que con él dominarán el auditorio".

Enseña a gestionar el miedo escénico y da voz a personas que se creían desahuciadas de la expresión oral: "Hemos perdido la capacidad de entrenar el habla y las palabras, en parte por la rigidez de las escuelas, que discriminan de entrada a quienes les cuesta expresarse".

Como demuestran los lamentables índices de comprensión lectora, "pese a que el principio de la comunicación es la expresión oral, nos estamos quedando sin palabras", por eso dirige y produce audiocuentos que se pueden escuchar gratuitamente en la web radiocontes.cat.

Asegura que los pódcast son un buen invento para desengancharse de tanta pantalla, porque "una historia leída o contada entra mejor que vista en una pantalla". La creemos, seduce.