Estas son las plantas medicinales que pueden complementar tu protección solar

El uso de plantas medicinales como complemento a determinados tratamientos médicos o con objetivos terapéuticos es una práctica habitual conocida como fitoterapia. Aloe vera, caléndula, diente de león o cola de caballo son algunas de las más conocidas y tienen diferentes usos, como por ejemplo, ayudar a la protección solar. 

Teniendo en cuenta que durante el verano los días son más largos, disfrutamos de más tiempo al aire libre, protegernos del sol resulta clave y, además de la obligatoria crema de protección solar de amplio espectro, la ingesta de algunas plantas medicinales puede ayudarnos a reducir los efectos dañinos del sol. En este sentido, la Vocalía Nacional de Oficina de Farmacia del Consejo General de Colegios Farmacéuticos de España, explican cuáles son las mejores especies para ello. 

La capacidad protectora del Polypodium leucotomos

Los expertos en farmacología señalan que una de las plantas con mayor capacidad de protegernos del sol y sobre las que existe mayor evidencia científica es el Polypodium leucotomos. Conocida también como helecho de los ciervos, esta planta ha sido estudiada por su potencial efecto protector de la piel, especialmente frente a los daños causados por la radiación ultravioleta del sol. 

¿Pero qué propiedades la hacen tan eficaz en la protección solar? Pues son varios factores según indican los especialistas del Consejo General. El primero de ellos es su contenido de antioxidantes, gracias a los que el poypodium leucotomos es capaz de “neutralizar los radicales libres generados por la radiación UV”. 

Además, es una planta que produce un efecto antiinflamatorio, lo que reduce la inflamación que provoca la exposición a los rayos ultravioletas. Incluso algunos estudios sugieren que el helecho de los ciervos podría tener una capacidad protectora del ADN celular, “lo que puede ayudar a prevenir mutaciones genéticas y el desarrollo de cáncer de piel”, señalan los expertos. Por último, se le atribuye la capacidad de modular el sistema inmunológico de la piel reduciendo su sensibilidad a los rayos solares. 

Plantas medicinales para después del sol

Tan importante para el cuidado de la piel como protegerla del sol es cuidarla e hidratarla tras la exposición solar. Y para conseguirlo también se dispone de plantas como la caléndula, el aloe vera, la manzanilla o la lavanda. 

Respecto a la caléndula, el Consejo General señala que esta especie “tiene propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes”. Así, en el caso de que el sol haya irritado la piel es una buena opción calmante. Algo parecido ocurre con el Aloe vera, probablemente la planta más conocida de todas. 

Para conseguir el mismo objetivo (calmar las zonas irritadas tras la exposición solar) también se puede aplicar manzanilla ya que posee propiedades antiinflamatorias y calmantes. “Se puede usar en infusión aplicándola con compresas frías o añadida al agua del baño”, señalan desde Vocalía Nacional de Oficina de Farmacia del Consejo General.

A todas estas plantas añadir el aceite esencial de lavanda para reducir la irritación y el aceite de coco, que es muy hidratante y contribuye a mejorar el nivel de humedad de la piel tras la exposición solar. 

Plantas que no debes usar durante el verano

Pero como ocurre con determinados componentes cosméticos o determinados medicamentos, también hay plantas medicinales que no es conveniente tomar si vamos a aumentar el tiempo que pasamos al sol, bien porque aumenta la sensibilidad de la piel, bien porque genera problemas. 

Entre ellos, la Vocalía Nacional de Oficina de Farmacia destaca por un lado todos los cítricos, como el limón, la bergamota o la lima, que contienen unas sustancias llamadas furocumarinas, que les hacen fotosensibles. Por eso se deben evitar preparados con aceites esenciales de estas plantas si no queremos que nos aparezcan manchas en la piel. 

Otra de las plantas a evitar durante los meses de verano es la conocida Hierba de San Juan o hipérico. Esta especie se suele usar para problemas del estado de ánimo, pero con el sol puede provocar mayor sensibilidad y que lleguen a aparecer “quemaduras solares y erupciones cutáneas”.

Ortiga, regaliz o frambuesa para asegurar una buena hidratación

En verano no solo la exposición solar es un problema, sino que las altas temperaturas pueden provocar que los niveles de líquido en el cuerpo bajen con lo que esto supone. Además, durante las vacaciones por los cambios de hábitos o por el propio calor, es habitual que se produzcan problemas gastrointestinales, como la diarrea del viajero. 

Para asegurarnos de que los niveles de líquidos y el equilibrio de electrolitos son correctos, los farmacéuticos señalan algunas de las plantas que nos pueden ayudar: 

• Hojas de ortiga. “Ricas en minerales como el potasio, que es importante para el equilibrio de electrolitos en el cuerpo. Pueden ayudar a reponer los nutrientes perdidos durante la deshidratación y promover la salud renal”, explican desde el Consejo General.

• Raíz de malvavisco. Esta especie tiene la capacidad de proteger las mucosas digestivas, lo que la hace útil para aliviar la irritación y la inflamación en el tracto gastrointestinal que ocasionan la diarrea o los vómitos. 
• Raíz de regaliz. Esta conocida raíz tiene una doble función: por un lado calma y reduce la inflamación gastrointestinal y, por otro, estimula la producción de saliva y “la secreción de moco, lo que puede ayudar a aliviar la sequedad en la boca y la garganta”.
• Hoja de frambuesa. Una opción astringente en caso de tener diarrea. 

En cualquier caso, desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos de España recuerdan que antes de tomar cualquiera de estas plantas medicinales lo mejor es consultar con su boticario de confianza. Además recuerdan, que el uso de cualquiera de estas especies no exime del uso de una buena crema de protección solar o de tener una buena hidratación oral.