DERMATOLOGÍA

Pautas para evitar una dolencia que se triplica y puede causar secuelas emocionales

230 millones de personas en el mundo sufren dermatitis atopica, que afecta hasta a un 20% de los niños y adolescentes.

Los casos de dermatitis atópica se han triplicado en los últimos treinta años. / Erwin Wodicka. Adobe Stock.

Rebeca Gil

Vivir con dermatitis atópica es vivir con un picor constante. Se estima que, actualmente unos 230 millones de personas en todo el mundo sufre esta patología. De hecho, el número de casos de esta enfermedad ha aumentado entre 2 y 3 veces en los países industrializados durante las últimas tres décadas. 

Los especialistas achacan este incremento a los cambios de los estilos de vida y a la exposición a factores ambientales como la contaminación, entre otras causas. 

  • Solo en España, esta afección afecta a entre el 5% y el 20% de la población, siendo una de las diez principales causas de consulta dermatológica.

Entre los grupos de población más afectados destacan los niños y adolescentes, entre los que la prevalencia de la dermatitis atópica puede alcanzar hasta el 20%. Además, el 60% de los pacientes inician la enfermedad en el transcurso del primer año de vida y hasta el 85% en los primeros 5 años.

Las huellas de la dermatitis atopica suelen ser muy visibles / AfroBrazilian

Más allá de un problema dermatológico

La dermatitis atópica es una patología inflamatoria crónica, que cursa en brotes como consecuencia de reacciones de hipersensibilidad a antígenos variados (hiperactividad del sistema inmunológico), y que puede variar en su forma de presentación según la edad. 

También llamada ‘eczema atópico’, esta enfermedad provoca, además de mucho picor:

  • Piel seca
  • Inflamación
  • Enrojecimiento
  • Descamación.

Y además, todas estas molestias se empeoran a causa de factores tan simples como el contacto con algunos componentes de la ropa, detergentes, suavizantes, por estrés, por un incremento del sudor o por la bajada de temperaturas. 

Esto hace que su impacto en la calidad de vida de los pacientes sea significativo, no solo en lo que se refiere a la salud física, sino también al bienestar emocional y social de quienes la padecen. 

Dermatitis atópica y bullyng, ansiedad, depresión...

Tal es la repercusión de esta dolencia que, en el caso de los más jóvenes, y según nos descubre la doctora Ana Martín, Jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Son Espases de Palma, Mallorca:

  • "Las lesiones visibles que produce esta enfermedad en el cuerpo provocan que los niños con dermatitis atópica sufran bullying, tengan más problemas para relacionarse y padezcan ansiedad o depresión”,

Hasta un 20% de los niños y adolescentes sufren dermatitis atópica. / Miljan Zivkovic. Adobe Stock.

De acuerdo con los resultados de la encuesta realizada el pasado año por la Asociación de Afectados por la Dermatitis Atópica (AADA) a más de 300 pacientes residentes en España y en países de Sudamérica, el 86% de los participantes manifestó que la enfermedad había sido causa de una pérdida de productividad laboral y una reducción del rendimiento escolar.

Además, 9 de cada 10 encuestados afirmaron que la dermatitis atópica también influyó negativamente en la calidad del sueño, lo que provocó una disminución en sus niveles de concentración. 

Además de todo lo ya visto, esta enfermedad también tiene implicaciones económicas bastante significativas. Los costes asociados con la enfermedad, que incluyen tanto gastos médicos directos como costes indirectos relacionados con la pérdida de productividad, son notables. 

Una investigación estadounidense estimó que el coste anual en 2015 había superado los cinco mil millones de dólares, cifra que probablemente subestime el verdadero impacto económico de la enfermedad.

dermatitis 0814 / Foto de Nikita Igonkin: https://www.pexels.com

Pautas para convivir con la dermatitis atópica

La trascendencia de esta patología es tal que los especialistas en dermatología insisten en la importancia de que los pacientes extremen el cuidado diario de su piel. Así, para evitar la aparición de brotes, recomiendan algunas pautas: 

  • Mantener siempre la piel correctamente hidratada, mediante el uso de cremas o pomadas.
  • Vestir con prendas de ropa amplias.
  • La casa del paciente debe estar limpia y sin polvo. De esta forma se evita que distintas partículas afecten a la piel. 
  • No exponerse a temperaturas extremas, tanto calor como frio. 

Además de todo esto, acudir al dermatólogo regularmente y seguir sus indicaciones es esencial si no queremos que la dermatitis se complique y provoque infecciones o cicatrices permanentes. 

Respecto a esta cuestión, la doctora Martín asegura que “lo más importante es hacer un buen diagnóstico de la enfermedad, aplicar el tratamiento adecuado y pautar cuidados generales en la piel para toda la vida”. 

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