DIGESTIVO

¿Qué es el SIBO, un síndrome de reciente aparición diagnóstica que ya afecta al 22% de la población?

Las bacterias proliferan en exceso en el intestino delgado y provocan una mala absorción de los nutrientes.

¿Qué es el síndrome del sobrecrecimiento bacteriano y cuáles son sus consecuencias en la salud?

Rebeca Gil

En los últimos años se ha observado un aumento preocupante en los casos de sobrecrecimiento bacteriano en la población mundial. Es una condición en la cual las bacterias proliferan en exceso en el intestino delgado, causando una mala absorción de los nutrientes, entre otros problemas de salud.

Hablamos de un síndrome conocido como SIBO, de reciente aparición diagnóstica que, tal y como explica el doctor José Francisco Tinao, jefe de servicio de Medicina Integrativa y Longevidad de Olympia Quirónsalud

  • "Se genera cuando las bacterias que normalmente se encuentran en el colon o intestino grueso se desplazan hacia el intestino delgado, donde no deberían estar en grandes cantidades”.

SIBO, un síndrome reciente pero que ya afecta a una de cada cinco personas

¿Por qué se produce este exceso de bacterias?

Pues los especialistas apuntan a varias razones como, entre otras causas:

  • Tener una cantidad insuficiente de ácido gástrico
  • Sales biliares
  • Enzimas digestivas
  • Un sistema inmune comprometido
  • Movimiento lento o irregular del intestino. 

Aunque su diagnóstico es muy reciente, ya se estima que el 22% de la población presenta alguna de estas alteraciones, llegando a alcanzar un 85% entre pacientes con intestino irritable.

Síntomas del sobrecrecimiento bacteriano

Entre los síntomas más comunes que nos pueden indicar que nuestro intestino alberga más bacterias de las recomendables son: 

  • Distensión abdominal (hinchazón).
  • Un exceso de gases produciendo dolor abdominal.
  • Diarrea o estreñimiento

Y, como indica el doctor Tinao, "estos síntomas, a menudo crónicos, pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida de los afectados”.

El especialista reconoce que el sobrecrecimiento bacteriano, independientemente de la deficiencia nutricional debido a la mala absorción de nutrientes, también puede tener relación con:

  • El síndrome del intestino irritable
  • La enfermedad inflamatoria intestinal
  • La enfermedad celíaca
  • La intolerancia a la lactosa.

Para tratar el SIBO es fundamental llevar una dieta libre de carbohidratos fermentables.

¿Cómo se diagnostica?

Para determinar el sobrecrecimiento bacteriano se realiza un test, ampliamente extendido, mediante una prueba de aliento con lactulosa (un azúcar sintético usado como laxante). 

Como explica el doctor José Francisco Tinao, este tipo de prueba no invasiva mide la cantidad de hidrógeno o metano que se exhala tras una ingesta de lactulosa, realizando mediciones cada 30 minutos. 

  • “Con el patrón de incremento de la concentración de hidrógeno y metano en el aliento, se realiza una determinación indirecta de la presencia de exceso de bacterias en el intestino delgado”.

dieta 1640771 / Foto de Ella Olsson: https://www.pexels.com/es-es

Antibióticos y dieta para tratar el SIBO

Si la prueba da positiva es el momento de iniciar un tratamiento para reducir la cantidad de bacterias en el intestino delgado y restaurar un equilibrio saludable. ¿Cómo? Mediante antibióticos específicos.

  • Este tipo de tratamientos tiene una tasa de éxito hasta aproximadamente un 66% de los pacientes.

Pero no solo los fármacos van a ayudar al paciente.

Para el doctor Alfonso Carabel, jefe de servicio de Nutrición de Olympia, también es fundamental introducir cambios en la dieta y en el estilo de vida, como la reducción de carbohidratos fermentables (FOMAD), como los lácteos, frutas como manzana, melocotón, melón, nectarina, pera o sandía; o verduras como ajo, alcachofas, berenjena, brócoli o cebolla, entre otras. 

  • “Una dieta baja en FODMAP reduce la comida que alimenta las bacterias, ayudando al control de síntomas y al esfuerzo terapéutico para el control de la población bacteriana”.

También “el uso de probióticos y prebióticos y en algunos casos complejos otras terapias no invasivas, son nuevas herramientas beneficiosas para el organismo que apoyan al sistema inmune”, concluye el doctor Tinao.

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