Las tendencias han cambiado irremediablemente. Los nombres como Eulalia, Hermenegildo, Anatolio o Filomena, por ejemplo, evocan una nostalgia por épocas pasadas y transmiten una sensación de singularidad y esos nombres han dejado pasos a otros como Noa, Dylan, Izan, Hada, Daenerys o Roma. Cuestión de gustos.
Solo quedan 43: el bonito nombre que está a punto de desaparecer (leer noticia)SOCIEDAD