Recorrer hoy las calles de Irpín es ser testigo del panorama de destrucción provocado por el asedio salvaje de las tropas rusas. De los efectos de la artillería se han librado pocos edificios. En casas como esta vivieron los soldados durante cinco semanas. Tanya y Pete son los propietarios de una de ellas. Viven en Alemania y la guerra los sorprendió aquí de vacaciones.
Los combates continúan en el sureste de Ucrania, mientras la masacre de Bucha conmociona al mundo (leer noticia)Guerra en Ucrania