Todo el país quedó horrorizado este lunes tras el fin de la búsqueda del joven cordobés Álvaro Prieto, desaparecido el jueves 12 de octubre y cuyo cuerpo sin vida fue localizado entre dos vagones de un tren de cercanías en la estación sevillana de Santa Justa, cuatro días después.
En el programa 'Y ahora Sonsoles' de Antena 3, se ha debatido acerca de las diferentes hipótesis que pudieron conducir al trágico desenlace. Prieto perdió el tren para volver desde Sevilla hasta Córdoba, donde le esperaban sus familiares. El joven trató de acceder a otro que también hacía parada en Córdoba, pero sin billete; tenía el móvil apagado y no llevaba dinero en efectivo, así que no había podido comprarlo. Los trabajadores de la estación le impidieron el acceso, aunque sí le ofrecieron un cargador de móvil para que pudiese contactar con sus familiares o adquirir un ticket, según ha asegurado Renfe.
En este contexto, el colaborador del programa de Sonsoles Ónega, Miguel Lago, también se ha pronunciado sobre el comportamiento de los empleados de la estación: "¿En qué punto estamos como sociedad en la que, en una estación como Sevilla, en este caso un chaval blanco, guapo, bien vestido" y, haciendo una pausa, precisaba, "sí, vamos a hablar de los prejuicios directamente" y proseguía: "y no hay nadie, ningún trabajador de Santa Justa, que le eche una mano?".
Después, sentenciaba: "A mí lo que me lleva a pensar es que en esta era en la que vivimos del cinismo ya no nos ayudamos los unos a los otros", expresaba Miguel Lago. Entonces, señalaba Ónega: "Vamos a dejarle tiempo al tiempo y la investigación a manos de los que saben".
Lago, consciente de la posibilidad de que provocaran confusión sus palabras, quiso aclarar justo después que "no por ser guapo y joven merece más o menos ayuda".