CONSECUENCIAS DE LA DANA

La visita de los reyes a los pueblos valencianos tras los incidentes de Paiporta: "Hay que estar con ellos"

El presidente valenciano, Carlos Mazón, que acompañó a Felipe VI y Letizia, recibe gritos de dimisión

Los Reyes, en su visita a las zonas afectadas.

Gonzalo Sánchez / Marta Rojo

Con las imágenes de los disturbios en Paiporta en la primera visita de los reyes tras la dana del pasado 29 de octubre todavía en la memoria, los vecinos de Chiva y Utiel, dos de las localidades más afectadas, recibieron ayer martes a los reyes Felipe VI y Letizia sin incidentes, con aplausos dirigidos a los monarcas y un recorrido en el que el president de la Generalitat, Carlos Mazón, sí tuvo que escuchar críticas y gritos de muchos vecinos.

En ambos municipios, un despliegue de seguridad mucho más numeroso y organizado que en Paiporta vigiló que en ninguno de los puntos visitados por los reyes hubiera problemas. Mientras, los monarcas hablaron con vecinos, seguridad y voluntarios y se hicieron centenares de fotos. La delegada del Gobierno Pilar Bernabé y el ministro de Política Territorial Ángel Víctor Torres, les acompañaron.

"Mazón sinvergüenza" y "Mazón dimisión" fueron algunos de los gritos que lanzaron algunos de los vecinos de Chiva al president. También se escucharon frases como "¿hoy con quién comes?", aunque primaron los aplausos y "vivas" a los monarcas, que avanzaron que volverán a las zonas afectadas.

En Chiva, se organizó un recorrido por el centro de la localidad que comenzó por la plaza del Ayuntamiento y la cercana plaza de la Constitución, que acogió desde el primer día todos los voluntarios desplegados en la zona. En esta plaza, más amplia, se acercaron a hablar con la Policía Local y los mandos de la Guardia Civil. Además, se dirigieron a varios vecinos que los recibieron con aplausos, mientras algunas otras voces desde el otro extremo de la plaza gritaban al president "a Picassent con tu amigo Zaplana".

"No nos olvidéis"

Las siguientes paradas de la comitiva se produjeron en la rambla, en uno de los puentes que resistió el impacto del agua, y en la pasarela provisional que el Ayuntamiento instaló en la calle Enrique Ponce tras la desaparición del puente. En su paso a la plaza de la Iglesia, la reina dijo a la prensa: "Hay que estar con ellos", mientras el rey instó a "mantener la ayuda y el apoyo" a los afectados. Letizia explicó que realizaban estaba visita para "escuchar, estar y compartir". Avanzó, además, que volverán en más ocasiones a los municipios afectados.

"No nos olvidéis". Es la frase que más escuchó Felipe VI de boca de los vecinos de Utiel. Así lo aseguró al final de la visita a este otro pueblo arrasado por la dana del pasado 29 de octubre, que dejó, en Utiel, decenas de viviendas destrozadas y cientos de personas que lo han perdido todo. Felipe VI y la reina Letizia visitaron el barrio de La Fuente, al costado del río Magro, y entraron en una de las casas anegadas por la riada. Allí pudieron conversar con vecinos que vivieron la tragedia en primera línea y salvaron la vida por poco. Uno de ellos les entregó una carta. Una mujer anciana, por su parte, rompió a llorar en el hombro del rey, que trató de consolarla.

También acudieron a las puertas del IES Alameda de Utiel, destrozado por el agua y que afronta ahora el año de su reconstrucción. Durante todo el trayecto, y especialmente en el IES, los monarcas hablaron con jóvenes y niños y niñas. Fue aquí donde el monarca subrayó la importancia de que las Administraciones "trabajen hombro con hombro" para que las ayudas lleguen a los afectados.

Felipe VI aseguró ante los medios que le alegra ver que "la situación está muy mejorada respecto a hace 20 días". Utiel es uno de los primeros pueblos que tuvo ayuda tras el episodio de la dana gracias al envío de tropas de la Guardia Real para las tareas de limpieza. Asimismo, destacó que "la mayor preocupación sigue siendo el impacto de la riada". "Es importante que lleguen las ayudas y hacer todo el proceso burocrático más fácil y eficaz para que lleguen y funcionen", remarcó.

Durante la visita real, casi nadie reparó en las marcas que se pueden ver desde la puerta abierta de la casa de Carlos en Chiva, en su planta baja. En el interior, en la piedra desnuda, no hay una marca de lodo a determinada altura: todo tiene restos y señales de lodo, hasta el techo. "El agua inundó la planta baja, pero también llegó más arriba, hasta el primer piso", detalló. La segunda planta fue la única que se salvó del agua. "Ahora el bajo está bien pero porque hemos pasado días limpiando, hemos quitado hasta las paredes, está toda la piedra a la vista", explicó. La limpieza ha sido dura y se ha hecho sin apenas ayuda de las autoridades: "Ha venido mucha gente, pero gente como tú y como yo, nadie con uniforme". Quizá inspirados por el puente provisional, tomaron también medidas provisionales para proteger su casa. "Tenemos luz porque la enganchamos, y una puerta porque recuperamos la de un trastero", lamentó.

A su amiga Karina, que también pasó un rato esperando a los reyes, le vino a la cabeza una historia reciente: "Tengo unos amigos que viven enfrente y que fueron las últimas personas en pisar el puente antes de que se rompiera". Vieron los pedazos de piedra y la fuerza del agua a escasos metros. Karina vive cerca. El Ayuntamiento ha desalojado su casa, en la que vive con su pareja, y ahora está, temporalmente, en casa de sus padres.

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Los vecinos de Carlos se colocaron al lado de los periodistas esperando a la comitiva. "Que no se quede mi niño sin su foto", dijo al grupo una vecina que se quedó asomada a la ventana de su primer piso. Abajo, los demás tenían los móviles preparados para una eventual foto. "Yo del rey ya tengo, me falta la reina", se escuchó en el grupo. Una vecina, mientras tanto, le decía a otra: "yo no lo entiendo, este y el otro, ¿por qué no dimiten todos?".

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