Mayte Sancho, directora del Imserso: "Vamos a estudiar cambios en los viajes para adaptarlos a los nuevos intereses séniors"

Mayte Sancho Castiello, la actual directora del Imserso, es una de las máximas expertas en envejecimiento a nivel mundial, reconocida por la ONU como una de las 50 líderes que más han contribuido a trasformar la sociedad para envejecer mejor. Con motivo del Día de los Mayores, que se celebra el 1 de octubre, concede a El Periódico de Catalunya una entrevista en la que avanza los posibles cambios en el programa de viajes y el nuevo modelo de cuidados, que pone fin a las macroresidencias y promueve los cuidados en el hogar.

-Cada vez hay más séniors, pero se trata de una población heterogénea, que goza de más salud en la jubilación, pero también vive más años siendo dependiente. ¿Cuáles son los retos de atención para tanta población y tan diversa?

-Poder vivir en una sociedad tan longeva, la segunda del mundo, después de Japón, es una conquista social. La universalidad en el acceso a los servicios de salud y otros recursos no es ajena a este triunfo. Pero necesitamos más conciencia social de que las situaciones de dependencia son, en parte, el efecto perverso de la longevidad, y que se traduzca en mejor dotación presupuestaria para nuestro sistema de cuidados. En cuanto a las personas que llegan a la jubilación con más salud, disponen de toda la oferta que tiene la población en general, como los centros culturales, las bibliotecas...

"Hacen falta servicios de orientación y consejo para la toma decisiones tras la jubilación, porque se necesita un proyecto de vida"

-Pero, ¿necesitarán algún servicio nuevo?

-Diría que hacen falta servicios de orientación y consejo para la toma de decisiones tras la jubilación. Ahora, cuando te jubilas, tienes muchísimos años por delante, casi un tercio de tu vida, necesitas tener un proyecto de vida, porque las grandes depresiones vienen cuando no hay proyecto y el primer año te lo pasas muy bien, pero el segundo dices 'no tengo nada que hacer'.

-¿Cómo atiende el Imserso estos retos?

-Además de promover el buen envejecer con diversos programas, como el de ciudades amigables, promovido por la OMS, que en España ha incorporado a más de 200 municipios, el Imserso intenta ser el referente en la generación de conocimiento en torno al envejecimiento. Además, nos preocupan mucho las demencias y su impacto en la vida de estas personas y de sus cuidadores, pero también las condiciones de vida de este gran grupo de población, la soledad y cómo afrontarla, las frecuentes crisis que acompañan a la jubilación y las competencias y habilidades de los profesionales [de los cuidados].

-El Imserso es conocido sobre todo por el programa de viajes. ¿Se van a acometer cambios teniendo en cuenta ese envejecimiento cada vez más activo?

-En 2025 vamos a hacer una nueva licitación y a revisar todo el programa, con varios objetivos. Hay que introducir cambios en el acceso a la información, agilizar la tramitación y garantizar la máxima transparencia. Observamos que la información no siempre es fácilmente comprensible. Y ahora se mandan tres millones de cartas en papel, lo cual tiene una complejidad enorme, pero cada vez hay más personas que tienen móvil y quizá les podamos informar por otras vías. En cuanto a la oferta de viajes, vamos a estudiar cambios con las organizaciones y representantes de mayores, en un proceso participativo, para intentar adaptar el programa a los nuevos intereses séniors; pero dentro de las posibilidades, porque evidentemente muchas personas querrían ir a sitios más interesantes, pero tampoco lo podemos financiar. Lo vamos a estudiar y hacer números. También queremos mejorar el acceso de las personas con menor poder adquisitivo.

"El programa de viajes tiene un régimen altísimo de cancelaciones, del 40 o 45%, por lo que recomiendo a quien no tenga plaza que siga consultando la disponibilidad"

-Los participantes se quejan de que hay pocas plazas y de que se agotan rápidamente.

-En esta temporada se ofertarán 886.269 plazas; pero como el número de usuarios acreditados para poder viajar es mucho mayor, cercano a los 4 millones, los primeros días de la comercialización las plazas se cubren. No obstante, y dado que el programa tiene un régimen altísimo de cancelaciones, en torno a un 40 o 45%, recomendaría a todas las personas interesadas en viajar que sigan consultando la disponibilidad, pues aquellas que plazas que son anuladas inmediatamente vuelven a ponerse a la venta.

-Otras de las tareas del Imserso es la atención a la dependencia, uno de los pilares del Estado del bienestar más deficitario. Cada 15 minutos muere una persona esperando las prestaciones, dado las listas de espera y los trámites. ¿Esta legislatura veremos cambios sustanciales?

-En 2021 se aprobó el Plan de Choque en Dependencia. El principal objetivo es disminuir las listas de espera, agilizar los plazos de resolución y mejorar las cuantías, prestaciones y servicios. Algunos objetivos requieren una implantación progresiva, como la mejora de las aportaciones del Estado o la aprobación de un acuerdo sobre la acreditación de los centros. Pero en los últimos años el Estado ya ha mejorado la financiación, hasta alcanzar en 2023 los 738 millones de euros, la cifra más elevada desde que se aprobó la ley de dependencia. Este incremento permitirá a las comunidades contar con mayores recursos, que permitan tramitar todas las solicitudes, valorar a los solicitantes y reconocer las prestaciones más adecuadas.

"La iniciativa privada, que controla un porcentaje alto de las plazas residenciales, tiene dudas sobre la rentabilidad del cambio al nuevo modelo de cuidados"

-También han promovido el nuevo modelo de cuidados, que trata de poner fin a las macroresidencias y promover, siempre que sea posible, el cuidado en el hogar. ¿Cómo va la implementación?

-En breve, comenzaremos a evaluar su desarrollo, teniendo en cuenta que la iniciativa privada, que controla un porcentaje alto de las plazas residenciales, tiene dudas sobre la rentabilidad del cambio. Es importante clarificar que uno de los objetivos reside en apoyar el proceso de transformación de las residencias hacia la creación de entornos más hogareños y un funcionamiento cotidiano basado en las personas. El Ministerio de Derechos Sociales ha promovido el cambio cultural, para abrir el camino, pero la experiencia que tenemos en otros países, fundamentalmente del norte y centro de Europa, es que este proceso puede durar décadas. Para avanzar en el itinerario necesitamos un desarrollo mayor y más diversificado de servicios comunitarios y domiciliarios, así como nuevos perfiles profesionales para coordinar, asesorar y gestionar los cuidados en el domicilio.

"Los cuidados en el hogar requieren un cambio cultural que se dilatará durante décadas, aunque el desarrollo tecnológico ayuda"

-Y mucha financiación porque, a día de hoy, las familias se ocupan un 80% de los cuidados.

-Las familias en todo el mundo son las principales proveedoras. En una sociedad latina como la nuestra y con fuerte tradición familiar, esto se agudiza y repercute directamente en un menor esfuerzo presupuestario para los cuidados de larga duración. No llegamos al 1% del PIB en gasto en dependencia, cuando la media en los países de la OCDE supera ampliamente esta cantidad. A pesar del esfuerzo realizado en los últimos años, arrastramos un retraso histórico que empieza a vislumbrarse ahora. Por ello, hay que tener más financiación, mayor profesionalización y más calidad en la atención. Nos queda mucho para que la sociedad asuma lo que expresa con contundencia desde hace muchos años: su deseo de permanecer en casa aun cuando necesite ayuda. Esto requiere un cambio cultural que se dilatará durante décadas, aunque el desarrollo tecnológico y la inteligencia artificial van a ayudar. Pero sin conciencia social y certezas de que merece la pena el esfuerzo no va a ser fácil transitar en este complejo camino.

-Las estadísticas indican que son las mujeres las que se apuntan mayoritariamente a las actividades para mayores. ¿Cómo se puede fomentar la participación de los hombres?

-Las mujeres hemos tenido menos oportunidad de acceso a la vida social y laboral. Y es comprensible que ahora que podemos, aprovechemos las oportunidades al máximo. Pero las cosas van cambiando. Cuando el Instituto comenzó a gestionar, hace casi 40 años, los programas de turismo, el porcentaje de mujeres que participaban superaba en mucho a los hombres. Actualmente, y aunque hay más mujeres que son usuarias, los hombres también participan. Un 52% son mujeres frente al 48% de hombres.