REDES SOCIALES

Embarazadas a la carta: el mercado fetichista que se oculta tras barrigas postizas

El contenido informativo de maternidad se ha visto contaminado con vídeos de modelos eróticas que usan vientres falsos para vender contenido

La maieusofilia es la parafilia por la que surge una excitación sexual hacia las mujeres embarazadas. / Anna Civolani

Las plataformas en las que se comparte contenido erótico son muy variadas y, cada vez, más accesibles para todo tipo de público. Detrás del crecimiento de la audiencia también existe una diversificación de preferencias, gustos y, en este caso, fetiches. Ya hay reportajes que hacen referencia a este tipo de cosas, como el de los "vampiros blancos" y su fetiche por ser amamantados por mujeres a cambio de dinero. En este caso volvemos a divagar sobre un tema tan ligado a la maternidad como es el propio embarazo.

Se conoce como maieusofilia a la parafilia masculina por la que surge una excitación sexual hacia las mujeres embarazadas. Es exactamente esto lo que explotan algunas mujeres aprovechándose de los vacíos legales de redes como Instagram, que permiten mostrar desnudos en casos concretos como es el contenido de lactancia.

Es con esta premisa que algunas mujeres han empezado a "disfrazarse" de embarazadas para llamar la atención de los usuarios que tienen esta parafilia. Algunas de ellas optan por barrigas de gran tamaño, como si fuera un embarazo de trillizos, que son postizas con las que bailan y hacen poses sugerentes para guiar a los interesados a las plataformas donde realizan la venta del contenido más explícito.

Para conseguir llegar al público indicado usan hashtag que, normalmente, aparecen en las publicaciones que sí que están relacionadas con contenido educativo de embarazo. Es decir, los hashtags que usan madres reales para que otras puedan ver sus publicaciones relacionadas con el embarazo o consejos para sobrellevarlo están completamente contaminados por estas chicas que buscan vender contenido fetichista a hombres que, ahora, acuden a estas pestañas.

¿Cómo es este tipo de contenido?

Estas chicas no solo fetichizan el embarazo, sino que un tipo muy concreto: el adolescente. Esto se puede ver en los textos con los que comparten algunos vídeos, en los que comentan que son madres primerizas de 18 años –para que compartir contenido erótico sea posible–, manteniendo una apariencia juvenil.

Además, a pesar de que a muchas se les nota que su barriga es falsa, otras empezaron haciendo este tipo de contenido a partir de un embarazo real. Una de estas usuarias compartió el siguiente texto en Instagram: "Para los que dicen que nunca estuve embarazada, ¿cómo podéis ser tan idiotas? Lo estuve hace seis meses, pero tenía pocos vídeos para publicar, por lo que uso un vientre falso para conseguir más dinero".

Engañar al algoritmo y llegar al público

Para conseguir mantener su negocio se infiltran en contenido de maternidad real. A pesar de que publican contenido sugerente, es imposible tener un control total sobre los millones de perfiles que hay en las redes sociales.

Publican contenido sobre su embarazo y dejan enlaces que guían a los usuarios a páginas de contenido para adultos. / Instagram

"Solo una mamá compartiendo mi experiencia de embarazo. Nada viola las normas, estoy concienciando", asegura una de estas modelos debajo de una foto en la que sale con un vientre falso. Al entrar en sus historias destacadas se puede ver cómo su verdadera finalidad es dirigir a los usuarios a páginas de pago en las que vende fotos.

Sin embargo, no solo venden fotos sugerentes en las que se ve su abultado vientre. No. Aquellas que están verdaderamente embarazadas y están en el negocio llegan a vender los vídeos de su parto o aquellos en los que se ve cómo el bebé se mueve dentro de su barriga dando pataditas.

Pulsa para ver más contenido para ti

"La gente me dice que voy a ir al infierno por hacer porno mientras estoy embarazada, pero para mí solo estoy ayudando a personas con sus fetiches y haciendo dinero".

Pulsa para ver más contenido para ti