INCENDIO EN POLINYÀ, BARCELONA
La fiscalía abre investigación por el vertido tóxico en el Besòs que mató a más de 1.000 peces
La Agència Catalana de l'Aigua ha abierto un expediente informativo para determinar si la empresa tiene responsabilidad ambiental
Imagen del río Besòs tras el vertido. / EL PERIÓDICO
La fiscalía de medio ambiente de Barcelona ha abierto diligencias tras el vertido tóxico en el río Besòs que causó la muerte de más de 1.000 ejemplares de peces. Según ha podido saber EL PERIÓDICO, de este mismo grupo editorial, el fiscal investiga de oficio este desastre ecológico, muy similar al de 2019, originado en un polígono de Montornès del Vallès. Todo empezó con un incendio en un polígono de la empresa Barnastock, especializada en la gestión de residuos industriales, en Polinyà (Vallès Occidental).
Tras las tareas de extinción, varios productos corrosivos llegaron a la red de alcantarillado y luego a la depuradora de La Llagosta, que no pudo retener todo el vertido contaminante. El episodio obligó a cerrar los accesos al parque fluvial del Besòs y a la playa del Fòrum, cercana a la desembocadura del río. Los datos preliminares recogidos por la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) demuestran una presencia elevada de amoníaco, pH, cloruros (que llegaron a 5.139 mg/l cuando el valor normal no supera los 200 mg/l) y conductividad (alcanzó los 11.606 µS/cm cuando el valor de referencia es de 1.000 µS/cm).
Denuncia ecologista
Pese a la falta de datos, la fiscalía ha optado por actuar de oficio e investigar el caso. A las pesquisas del fiscal, se añadirá al menos una denuncia que entidades como Ecologistas en Acción ya han decidido presentar. "Estemos recogiendo datos para presentar una denuncia ante la fiscalía", explica José Hurtado, responsable del área jurídica de la plataforma.Hurtado critica no solo los casos como el de 2019 y el actual, más mediáticos por la gran mortandad de peces, sino también los pequeños incidentes que sufre la cuenca del Besòs: "Durante los últimos años, se han vivido vertidos menores, que también afectan a la calidad de este río". Tanto Ecologistas en Acción como la asociación Aigua és Vida exigen a compañías con plantas en el Besòs y a la Generalitat a tomar medidas preventivas para frenar casos como este.
La ACA ha abierto un expediente informativo para determinar si hay responsabilidad ambiental por parte de la empresa Barnastock. La depuradora de La Llagosta tardará al menos 15 días en recuperar su eficacia. En un primer momento, se pudieron contener 9.000 m3 de agua residual con presencia de vertido. Pero el resto dañó los sistemas biológicos de depuración. A día de hoy, al agua residual saneada que se aboca al río le sigue faltando una parte del procedimiento y por o tanto, no es de una calidad óptima, como se evidencia echando un vistazo a la espuma que flota sobre el caudal del Besòs.
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