APARIENCIA FÍSICA

Cuando una sonrisa da votos: las expresiones faciales de los políticos influyen en el electorado

Un estudio publicado por la Universidad de Aston (Estados Unidos) afirma que la forma en la que los jefes de los partidos muestran su alegría puede ser determinante para los resultados en las urnas

Sonrisas de los representantes políticos con mayor representación en el Congreso / Nacho García

Ya lo decía Charles Chaplin: “Una sonrisa no cuesta nada y produce mucho” o en su defecto, la versión del siglo XXI de Isabel Pantoja: “Dientes, dientes”, la clave del éxito está precisamente ahí: en la sonrisa. Esta es una de las principales conclusiones que se extraen de un estudio de la Universidad de Aston publicado recientemente, en el que explican que el tipo de expresión facial utilizada por un líder político puede tener una utilidad significativa. Para llegar a esta conclusión no solo se han basado en las reacciones de los partidarios de los ganadores, sino en cómo percibe el electorado de los perdedores al eventual vencedor.

Los investigadores establecen que hay dos tipos de sonrisas. Por un lado, la que denominan de “recompensa” que sería aquella que está asociada a la alegría y al entusiasmo, y sería por tanto, la que tiene más probabilidades de ser contagiosa, y lo más importante, se relaciona con niveles más altos de confianza. La segunda es la que llaman “afiliativa”, que está vinculada a la accesibilidad, reconocimiento, apaciguamiento y afinidad, cualidades que según los especialistas son fundamentales para desarrollar relaciones de cooperación.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la ministra de Trabajo y Economía Social y vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz /

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“Hay más estudios publicados que constatan que la apariencia física de un candidato influye mucho en la población, desde la altura, el tono de la voz, hasta su forma de vestir, y por supuesto, la sonrisa”, señala a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, Luis Arroyo, experto en comunicación política. Sin embargo, lo difícil en este punto es cuantificar esos votos, es decir, saber exactamente dónde reside la clave del éxito para convencer a los indecisos. “Es imposible determinarlo, porque los electores los perciben como una suma de características. Si solo lo redujéramos a la sonrisa, Yolanda Díaz acapararía el 40% de las papeletas porque si hay algo que destaca de ella es que siempre se muestra alegre y saluda de una forma muy efusiva, incluso dando dos besos, algo que no acostumbramos a ver en la bancada del Congreso”, añade.

Pero no es la única, mucho se ha hablado en Europa y en España del supuesto atractivo del presidente del Gobierno, tanto que se han creado perfiles en redes sociales como la cuenta Mr. Handsome (Señor guapo, en castellano) en X (antes Twitter) en la que precisamente se hace referencia a la comunicación no verbal del líder socialista. “Pedro Sánchez parte con ventaja sobre los demás, pero todas esas características se matizan mucho con la percepción de autenticidad que la gente tenga de él y, por supuesto, la tendencia política”, señala Arroyo. Por tanto, sería poco probable que un simpatizante de Vox destine su voto al PSOE, pero estas cuestiones sí pueden tenerse en cuenta a la hora de dudar entre partidos con una ideología más cercana, “ahí es donde son clave estas cuestiones de confianza, apariencia y comunicación”, apunta el experto.

El líder del PP, Alberto Nuñéz-Feijóo y el líder de Vox, Santiago Abascal en el Congreso de los diputados /

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En este punto entra en juego el concepto del carisma, que tal como explica a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, Pablo Simón, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, es un elemento clave: “Nadie gana unas elecciones por ser guapo, pero es innegable que el aspecto es importante, de hecho, los votantes, en función de la simpatía partidista, tienden a ver a su candidato más guapo, es decir, hay un mecanismo psicológico que opera”. Al igual que la estética, donde la ropa también tiene mucho que decir, “la decisión de llevar americana o una coleta como fue el caso de Pablo Iglesias, te enajena a determinados segmentos de población”, puntualiza.

Otra cuestión a tener en cuenta es el género del electorado. Sin ir más lejos, según el CIS posterior a las últimas elecciones generales celebradas el pasado 23 de julio de 2023, el partido elegido en primer lugar por las mujeres fue el PSOE (31,2 % en intención de voto), seguido del PP (25,4 %), Sumar (12,9 %) y, bastante lejos, Vox (6 %). “Lo partidos de extrema derecha en general tienen menos apoyo femenino, pero esta brecha se cierra cuando la líder es mujer, lo vemos en el caso de Italia con Georgia Meloni o Marine Le Pen en Francia”, asegura Simón.

¿Cómo han llegado a esta conclusiones?

Los científicos analizaron vídeos de los líderes que se presentaron a las elecciones de 2019 de Reino Unido, que ganó el Partido Conservador, por aquel entonces encabezado por Boris Johnson. Seleccionaron a voluntarios de cada una de las tres formaciones principales y les mostraron las mismas imágenes de los tres líderes (Johnson, Corbyn y Swinson) antes y después de las votaciones. Cuando les enseñaron fotogramas de la sonrisa afiliativa del ganador, Johnson, después de las elecciones, las personas de todos los grupos mostraron un aumento en la felicidad y la afinidad en comparación a cuando se les mostraron antes de ellas. Los partidarios de los perdedores mostraron una disminución general del efecto negativo.

Boris Johnson, ex primer ministro del Reino Unido /

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La sonrisa de recompensa no tuvo el mismo efecto. Los partidarios del Partido Laborista mostraron un mayor nivel de ira y angustia al ver la sonrisa de recompensa de Johnson después de las elecciones en comparación con antes. Los efectos para Corbyn y Swinson fueron menos marcados, lo que demuestra que no lograron cambiar significativamente las respuestas de los votantes hacia ellos.

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