Una simbiosis entre las energías renovables y el sector primario

La convivencia de la agricultura y la ganadería con las instalaciones renovables está experimentando nuevos horizontes de manera que cada vez buscan más la sostenibilidad.

iberdrola y biodiversidad

Apostar por un planeta más limpio y sostenible es esencial para proteger nuestro entorno, abordar el cambio climático, promover la prosperidad económica y asegurar un futuro habitable para las generaciones futuras. Nuestro planeta es nuestro hogar y tenemos la responsabilidad de cuidarlo. Esto aplica también a la hora de apostar por las energías renovables, por eso, Iberdrola, desde hace 20 años y con una inversión superior a los 120.000 millones de euros, se ha comprometido a liderar la transición energética.

El compromiso con el bienestar de las personas y la preservación del planeta es total, constatando un modelo energético más eléctrico que abandona el uso de combustibles fósiles, generalizando el uso de las fuentes de energía renovables, el almacenamiento eficiente de energía, las redes inteligentes y la trasformación digital. Es por ello que la transición hacia una economía neutra en carbono es una realidad para Iberdrola. La compañía asegura que en unos años se podrá conseguir debido a que lo ven tecnológicamente posible, económicamente viable y socialmente necesario. Este modelo energético sostenible, que apuesta por la descarbonización y electrificación de la economía además de por la innovación, se alinea directamente con la economía circular a través de la reducción de emisiones, el uso de recursos renovables para la producción, la mejora de la eficiencia, la optimización de recursos, y la maximización del aprovechamiento de los residuos.

El sol como fuente de energía

La energía solar y el sector primario vienen demostrando que no solo conviven en un mismo espacio, sino que se complementan y benefician de cada una de sus actuaciones. El doble uso del terreno para agricultura y energía alivia la presión sobre los ecosistemas y la biodiversidad, que se ven afectados cuando se amplían las zonas de cultivo. En este contexto, Iberdrola trabaja en diferentes iniciativas que conjugan la instalación de proyectos renovables con la generación y aprovechamiento de los servicios ecosistémicos generados en sus plantas como son el aprovechamiento ganadero, la apicultura y cultivo de aromáticas. Además, la convivencia de las plantas de generación renovable con actividades relacionadas con la agricultura, la ganadería o la horticultura sostenibles son una muestra de su compromiso con el empleo rural.

Y es que sus principales desarrollos de plantas fotovoltaicas se están convirtiendo en verdaderos refugios para la biodiversidad, a través de la creación y conservación de ecosistemas y por la ausencia de actividad humana en el interior de los recintos. Para apoyar estos proyectos que buscan soluciones que combinan plantas fotovoltaicas con la agricultura y la ganadería, Iberdrola cuenta con el programa internacional de start-ups PERSEO. Desde aquí se han impulsado iniciativas como el programa piloto de EcoEnergías del Guadiana que combina el cultivo de tomates bajo estructuras fijas o retráctiles que soportan paneles solares, permitiendo mitigar el estrés de las plantas por calor y disminuyendo los daños por granizo, además de ahorrar agua y mejorar los resultados de la cosecha. O el proyecto Winesolar que surgió de la colaboración entre tres empresas españolas: Techedge (soluciones tecnológicas avanzadas), PVH (fabricante de seguidores y estructuras para paneles solares) y las bodegas Gonzalez Byass y tiene el objetivo de proteger a los viñedos generando sombra gracias a un seguidor inteligente. Para ello se han instalado placas en los viñedos vallisoletanos de Gonzalez Byass, integradas de forma cuidada en el paisaje, creando sombra y un microclima idóneo para las vides.

Miel solar

Las abejas contribuyen directamente a la seguridad alimentaria y son indispensables para conservar la biodiversidad. Iberdrola lo tiene presente y sigue avanzando en su proyecto para proteger la riqueza de las especies en el entorno de sus plantas fotovoltaicas. Así, acaba de instalar 450 nuevas “colmenas solares” en la planta de Barcience, en la provincia de Toledo. Este proyecto comenzó en Puebla de Guzmán (Huelva) y en Nuñez de Balboa (Badajoz), donde Iberdrola, en colaboración con Tesela Natura desplegó en las plantas fotovoltaicas 270 colmenas que albergaron más de 13 millones de abejas.

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Con esto, la energética persigue demostrar cómo la ubicación de polinizadores en instalaciones renovables puede mejorar la estabilidad de los ecosistemas y potenciar el rendimiento de los cultivos de las tierras agrícolas circundantes. En los parques fotovoltaicos las abejas cuentan con terrenos libres de herbicidas y químicos agrarios porque el crecimiento de hierbas se controla mediante el pastoreo de ganado. Así, estas iniciativas generan zonas ecológicas que permitan estudiar cómo el cultivo de plantas aromáticas —milflores, romero, retama y tomillo— incrementa la calidad de la miel. Desde que comenzaron con esta iniciativa en 2020, Iberdrola ha acogido a cerca de 60 millones de abejas en sus instalaciones fotovoltaicas. La compañía ha introducido un total de 1.234 colmenas en algunos de sus principales proyectos solares: 105 colmenas en Núñez de Balboa; 355 en Campo Arañuelo I, II y III; 42 en Ceclavín; 162 en El Andévalo y 120 en El Romeral y Olmedilla.

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El 31 de mayo se entregaron los Premios CONVIVE en Mérida en los que Iberdrola valora las mejores iniciativas para la convivencia de renovables, naturaleza y personas. Los premiados han sido el Pueblo Solar de Cedillo, el Ayuntaiento de Revilla Vallejera, el Gobierno de Navarra, el Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente, Faramax, EFEverde y Seo BirdLife.