ALIMENTACIÓN SALUDABLE
Ni estrés ni relaciones tóxicas: la clave de nuestra salud mental está en lo que comemos
El Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo (IRSST) de la Comunidad de Madrid ha elaborado un estudio en el que demuestra la correlación entre la alimentación y el buen funcionamiento del sistema nervioso
Los expertos alertan sobre dietas milagro, salud mental y el peligro del "hambre emocional"
La alimentación es clave para mantener una buena salud mental / EFE
Dice la frase hecha que somos lo que comemos, y es que más allá del refrán esto es una realidad. Hay ciertos tipos de alimentos tienen un impacto directo en la salud mental de quien los consume. Es al menos la conclusión que se obtiene del último estudio presentado en el Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo de la Comunidad de Madrid de la mano de Sonia Oceransky, dietista, coach y especialista en hábitos saludables. Según la experta, existe “una comunicación inmediata entre intestino y cerebro a través del nervio vago”.
De hecho, ya hay muchos estudios que promulgan cómo la microbiota intestinal es capaz de gobernar el estado emocional, alterando por ejemplo los estados de ansiedad y depresión o incluso influyendo en enfermedades neurodegenerativas. Con este objetivo, el IRSST ha organizado una formación online que ha permitido a los participantes conocer la relación entre salud digestiva y la salud mental según las últimas evidencias científicas, así como la adquisición de pautas que permiten el equilibrio de la microbiota intestinal, definida como el conjunto de microbios que albergamos en nuestros intestinos implicada en unas 20.000 funciones biológicas diferentes de nuestro organismo.
¿Qué alimentos son realmente buenos?
Oceransky ha recomendado comer alimentos lo más cercanos posibles a su estado natural, evitando los procesados ya que “las bacterias beneficiosas comen comida saludable”. Destacan el plátano verde, las patatas y boniatos cocinados y enfriados a 4-5 grados, la zanahoria cocida, el caco puro o el té verde, entre otros muchos. Y, sobre todo, ha insistido en la variedad a la hora de elegir las verduras, frutas y hortalizas.
Además, ha sugerido unos consejos como comer productos de origen local y de temporada, incluir grasas saludables, obtener suficiente vitamina D procedente del sol, elegir aquellas formas de cocinar que respeten mejor el producto, comer despacio y en horarios regulares, evitar todo tipo de bebidas alcohólicas y las drogas y finalmente, mantener una vida activa.
¿Cuáles debemos evitar?
Está ampliamente investigado que el consumo de grasas saturadas y azúcares simples presentes en los alimentos ultraprocesados, así como alcohol, deben evitarse si se quiere avanzar hacia una mejor calidad de salud mental y física. La especialista ha explicado los cuatro pilares básicos para tener una buena salud que están interconectados: movimiento y actividad física; gestión emocional y del estrés; descanso y sueño suficiente; y por último, la alimentación saludable y un buen equilibro en nuestra microbiota.
A través de estos talleres, el Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo de la Comunidad de Madrid pretende ofrecer una formación específica y actualizada, con el fin de generar hábitos saludables y prevenir riesgos laborales asociados a una mala alimentación.
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