Una vez sabes que esta bacteria está en tu organismo, además de buscar cómo evitar contagiar a tu círculo entra en juego lo que debes y no debes comer para ir deshaciéndote de los síntomas de la manera más cómoda y ligera posible. La alimentación juega un papel importante en la reducción de los síntomas de 'Helicobacter pylori', pues al tratarse de una infección estomacal inflamatoria e irritativa, la dieta es crucial para digerir fácilmente los alimentos.
El tratamiento contra la bacteria es una combinación de dieta y farmacología, buscando reducir los síntomas para erradicar finalmente la bacteria en su totalidad. Has de seguir los pasos de tu nutricionista y médico atentamente, pues recaer en esto no es demasiado difícil: deberás finalizar los tratamientos que te recomienden y seguir estrictas franjas horarias para ello.
No trates de curarte de forma natural, pues lo que harás es caer enfermo durante incluso más tiempo y aplazar los efectos de los antibióticos. Siempre podrás emplear algún remedio casero para una dolencia puntual pero nunca como solución alternativa a una bacteria como 'Helicobacter pylori'.
Estos son los alimentos a tomar y evitar
Para curarte, deberás reducir el volumen de comida para ir acostumbrando poco a poco al cuerpo a la toma de alimentos más sólidos. Opta por elaboraciones suaves al principio: alimentos hechos al vapor o plancha y con muy poco aceite.
Alimentos recomendados
Cereales, quinoa y cuscús.
Plátano maduro.
Verduras cocinadas y no flatulentas.
Patata y boniato.
Carnes blancas: pollo, pavo o conejo.
Pescado blanco: merluza, lenguado o bacalao.
Huevos.
Lácteos bajos en grasas y lactosa.
Bebidas vegetales.
Aguacate.
Alimentos a evitar
Por otro lado, has de saber que los nutricionistas desaconsejan alimentos que favorecen la irritación e inflamación de la mucosa gástrica. Entre ellos:
Los cítricos.
Alimentos picantes.
Alcohol.
Bebidas con gas.
Café y té.
Hortalizas flatulentas: col, brócoli o alcachofa.
Cereales integrales.
Quesos cremosos.
Carnes rojas.
Bollería.
Precocinados.
Fritos: rebozados, empanados o gratinados.