CARDIOLOGÍA

Descubren un nuevo factor de riesgo que puede desarrollar enfermedades cardiovasculares

El entorno fetal en el que se desarrolla el bebé puede condicionar su salud cardiovascular a largo plazo.

El entorno fetal: un nuevo factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares.

Rebeca Gil

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo desarrollado, siendo responsable en nuestro país del 26,4% de fallecimientos según las últimas cifras presentadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Son bien conocidos cuáles son los factores de riesgo que pueden provocar que una persona desarrolle una enfermedad cardiovascular:

  • Fumar
  • La hipertensión arterial
  • La obesidad
  • El sobrepeso
  • La diabetes
  • El sedentarismo
  • No seguir una dieta saludable…

Todos influyen, pero en el caso de alguno de ellos tenemos la suerte de que está en nuestras manos modificarlos, y solo tenemos que empeñarnos en realizar cambios en nuestros hábitos de vida.

El entorno fetal es clave para la salud cuando somos mayores / Foto de Adele Morris en Unsplash

Factores de riesgo que no dependen de nosotros

Sin embargo, hay otros factores de riesgo que no dependen de nosotros y que nos hacen más vulnerables a este tipo de patologías.

Y en los últimos años, la investigación científica ha puesto de manifiesto que existe un nuevo factor de riesgo cardiovascular, con el que algunos deberán convivir desde su nacimiento: haber tenido un entorno fetal concreto

¿Qué es un entorno fetal?

Se entiende como entorno fetal las condiciones a las que se expone el feto a lo largo de su vida intrauterina.

La doctora Lucía Deiros Bronte, coordinadora de la Unidad de Cardiología Fetal del Servicio de Cardiología Infantil del Hospital Universitario La Paz (Madrid), explica que:

  • “si durante el embarazo la madre presenta ciertas condiciones, como son el crecimiento intrauterino retardado, la diabetes mellitus mal controlada, u otras causas que sobrecarguen el corazón fetal, podría marcar una impronta en el corazón del feto con cambios anatómicos y funcionales que se relacionen en el futuro con eventos cardiovasculares, incluso en la vida adulta”. 

Los cuidados del bebé son importantes, también dentro del útero materno / Foto de Kelly Sikkema en Unsplash

¿Esto significa que el bebé nace enfermo? Para nada

Puede ser un niño sano, pero el entorno fetal al que se ha visto expuesto durante la gestación debe tenerse muy presente, pues si se han dado las mencionadas condiciones, éste estará sometido a un riesgo cardiovascular superior al resto

Como nos explica la cardióloga fetal:

  • "Conocer esa información es muy importante, porque saber quiénes están expuestos a un mayor riesgo cardiovascular nos permite llevar a cabo actuaciones, tanto en la infancia como en la vida adulta, para disminuir las posibilidades de estos pacientes de sufrir un infarto o cualquier otro evento cardiovascular”. 

La malformación congénita más frecuente: la cardiaca

  • Por otra parte, no hay que olvidar que entre 6 y 12 por cada 1.000 bebés nacidos vivos nacen con algún tipo de anomalía en el corazón.

Este órgano es el primero en formarse y resulta esencial para el buen funcionamiento del resto del organismo, porque es el que aporta el oxígeno. 

  • “La malformación cardiaca es la causante de hasta el 50% de morbilidad grave por malformación en el recién nacido”, apunta la experta.

La malformación congénita más frecuente es la cardiaca.

Muchas de las cardiopatías congénitas ya se pueden ver en el primer trimestre de embarazo, con la prueba de screening obstétrico que se hace a todas las embarazadas en la semana 12, pero el corazón sigue desarrollándose, por lo que conviene seguirlo de cerca.

En caso de malformación cardiaca, se realizará una ecocardiografía fetal alrededor de la semana 18, aunque, en ciertas madres con factores de riesgo, se puede adelantar. 

Gracias a los avances en técnicas ecográficas, la doctora Deiros Bronte señala que "la precisión del diagnóstico de estas anomalías cardiacas es hasta el 90%

Esta altísima fidelidad diagnóstica resulta fundamental, como explica especialista “para poder hacer un correcto asesoramiento a los padres de qué implicaciones tendrá esa cardiopatía en la calidad de vida que va a tener su hijo y si va a precisar intervención quirúrgica, ofreciéndoles todas las posibles opciones en la gestación para que puedan decidir”. 

Además, esta capacidad diagnóstica temprana “disminuye las complicaciones de los futuros bebés con cardiopatías; esto se consigue tras realizar un plan de parto especializado que decide donde debe nacer ese bebe y, si va a precisar un tratamiento médico especializado inmediatamente tras el parto”.

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