NATURALEZA

La proeza de Barniedo, el osezno recién nacido que fue rescatado herido grave en León y ahora vuelve al monte

El ejemplar, que fue hallado en agosto con quemaduras en sus patas, pesaba cinco kilos y ahora ha sido puesto en libertad con 30 tras recuperarse en un centro de fauna de Valladolid

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Sara Fernández

Roberto Bécares

Un osezno casi recién nacido fue hallado en agosto herido muy grave en sus patas en los montes de Barniedo, en León, después seguramente de escapar de un incendio. Tras la llamada de unos vecinos, agentes medioambientales y personal de la Patrulla Oso de la Fundación Patrimonio Natural de la Junta de Castilla y León consiguieron capturarle para poder curarle y, tras meses de recuperación, este fin de semana ha sido puesto en libertad en una zona próxima al entorno donde fue hallado, en un robledal con gran producción de bellota, lo que le facilitará alimento en los próximos meses. 

Barniedo, como ha sido llamado el animal, porta dos emisores, uno colocado en su espalda, que emitirá señal por GPS, y el otro es un crotal que emite radiofrecuencia. Estos dispositivos ayudarán a conocer sus movimientos, hábitos y localización, lo que facilitará más conocimiento sobre la especie. 

De los seis kilos de peso a los 30

Su peso es de casi 30 kilogramos, aunque cuando llegó al Centro de Recuperación de Animales Salvajes (CRAS) de Valladolid el 2 de agosto solo pesaba seis kilos. Según informó la Junta de Castilla y León en un comunicado, el animal se encuentra "en muy buen estado de salud, con gran energía y su comportamiento es muy esquivo con los humanos, lo que permite suponer una rápida y perfecta adaptación a la naturaleza".

El trabajo de liberación de especies en peligro de extinción, y tan singulares como el oso pardo, está previamente establecido mediante un protocolo; hay unas pautas técnicas que deben seguirse y que van desde la sedación y manejo del ejemplar hasta su transporte y liberación.

El oso Barniedo mientras se le colocan los dispitivos GPS para mantenerle localizado poco antes de ser liberado. / JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN

En este trabajo, dirigido por el personal técnico y veterinario de la Junta de Castilla y León, han participado también veterinarios del Principado de Asturias. Antes de liberarlo definitivamente en la naturaleza, Barniedo estuvo desde la noche anterior en una habitación de aproximadamente 25 metros cuadrados en donde entró para alimentarse. Esto permitió a los veterinarios de la Junta realizar la sedación con cerbatana para poder trasladarlo a la sala del centro de Valsemana donde se evaluó su estado de salud.

Una vez en la sala habilitada, en primer lugar se le extrajeron muestras de sangre y de pelo, lo que permitirá conocer su variabilidad genética, entre otras cuestiones. Se le tomaron medidas físicas y se comprobó el estado de las garras que había perdido al lesionarse en el incendio; algunas de ellas ya han comenzado a recuperarse. Las plantas de sus patas están totalmente recuperadas y no presentan ningún rastro de las lesiones sufridas.

Doble dispositivo de localización

En esta ocasión, Barniedo lleva un doble dispositivo de localización. El primero de ellos es un emisor GPS instalado en su espalda. La previsión es que este emisor sea operativo hasta la llegada del verano, cuando el animal mude su pelaje y el emisor se desprenda.

Se le ha colocado un segundo emisor por radiofrecuencia que puede estar emitiendo señal entre cinco y seis años, si no se desprende. Los agentes medioambientales, celadores y patrulla oso podrán seguir su rastro para conocer sus movimientos en las distintas épocas del año, averiguar sus hábitos de alimentación y prever sus movimientos en función de la disponibilidad de alimento en el monte.

Daniel Pinto, responsable de la Patrulla Oso, explica que tenerlo localizado es, además, una herramienta muy útil para evitar posibles situaciones de conflicto con los habitantes de las poblaciones más cercanas.

Barniedo lleva incorporado además un microchip que permitirá identificarlo en caso de que vuelva a ser capturado por cualquier motivo.

Suelta en una zona próxima a donde fue hallado

El lugar elegido para la suelta se encontraba en una zona próxima al entorno donde fue rescatado. Todos los expertos coinciden en que esto facilitará su rápida integración al resultarle seguramente familiar el entorno, donde se movía con su madre y otros dos oseznos antes del accidente.

Durante el transporte, realizado en una trampa 'Culvert', ha estado monitorizado con una cámara constantemente para comprobar su estado y acompañado de dos veterinarios.

Barniedo debía de tener prisa por volver a su entorno natural porque, en cuanto se subió la puerta de su transporte, salió corriendo a gran velocidad entre los robles. Después de un día y medio de seguimiento, se ha podido comprobar que se mueve bien por una amplia zona, lo que probablemente sea un reconocimiento del territorio.

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Según Álvaro Soto, director veterinario del CRAS de Valladolid y responsable de su liberación, lo normal es que, si hay abundancia de alimento, no necesite hibernar, ya que lo hacen como recurso cuando hay muchas nevadas y no tienen alimento disponible, por lo que, lo más probable es que haga grandes siestas pero no una hibernación en sentido clásico.  

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