URBANISMO

De sucursal bancaria a hostel: locales de hasta sesenta camas en literas proliferan en bajos comerciales de Madrid

Locales que antes eran bancos o tiendas ofrecen literas a entre 25 y 50 euros la noche a turistas o personas en situación de vulnerabilidad

Local reconvertido en hostel en el barrio de Pacífico / Montaje: Nacho García

Analía Plaza

Es martes, son las ocho de la tarde y no hay demasiados huéspedes en el hostel que acaba de abrir en la calle Vigo, en el distrito madrileño de Retiro. Solo está Alfonso (nombre ficticio), un señor de unos sesenta años que reposa en el sofá de una salita común oscura y sin ventanas. Vive en Madrid pero tiene "un poco de lío", así que lleva ocho días quedándose a dormir en una de las treinta camas dispuestas en literas y cubiertas con una cortina que hay en el interior del local. Paga 45 euros por noche, 50 en fin de semana, cuando aquello "se llena de jóvenes que vienen de turismo". Hasta ahora, el resto de días ha convivido con un huésped filipino.

El hostel le gusta porque es nuevo, está limpio y los trabajadores (una recepcionista por las mañanas y otro por las tardes) son muy amables. Ha probado otros peores, dice. Este abrió hace apenas cuatro meses. Es un bajo comercial de 176 metros cuadrados, con ventanucos y que nunca llegó a estar ocupado, por lo que se observa en el histórico de Google Maps.

No es el único con esas características de la zona: en la calle siguiente, Sánchez Barcáiztegui, hay otro del estilo. Antes era una sucursal bancaria y abrió hace cinco meses. Unos metros más al norte, en Doctor Esquerdo, hay otro similar que abrió hace siete y antes era una inmobiliaria. El primero y este último no tienen la licencia municipal concedida, aunque sí solicitada, según las distintas bases de datos públicas consultadas (el visualizador urbanístico y Conex). Sin licencia no pueden abrir, aclaran fuentes del área de Urbanismo del Ayuntamiento.

Un hostel abierto recientemente en un bajo comercial de Pacífico / EPE

El público que acude a dormir a estos locales es variopinto. El hostel de Doctor Esquerdo tiene capacidad para sesenta personas, explica su recepcionista, y oferta las literas en portales de reservas a entre 25 y 49 euros por noche. La entrada es una especie de saloncito en el que hay varios mochileros sentados (en Booking, un cliente comenta que es un alojamiento perfecto para este perfil). En el de Sánchez Barcáztegui hay huéspedes que proceden del Samur, que paga plazas de alojamiento a distintas pensiones y hostales para "alojar a personas en situación de emergencia social". La empresa que abrió en la calle Vigo tiene otro hostel (este sí, con licencia) en Puente de Vallecas cuyas plazas ha cogido la Comisión Española de Ayuda al Refugiado.

Cuenta el dueño del hostel de Sánchez Barcáztegui, Javier Vadillo, que no lo abrió con esa intención. "El objetivo es turístico, pero en el proceso de reforma hubo más gastos de los previstos. Surgió la posibilidad de colaborar con el Samur y son ingresos que me permiten ir formalizando el local como hostel turístico, porque me iba a quedar un local demasiado sencillito y la gente quiere algo más", dice.

Inmobiliaria reconvertida a hostel de sesenta camas / EPE

Vadillo ha abierto un hostel similar en un bajo comercial de Tirso de Molina, en el centro. "Si pudiera optar a un edificio entero lo haría, pero hay que limitarse a las posibilidades que uno tiene. Y los locales comerciales te permiten hacer este tipo de actividades. Es igual que poner una frutería".

Locales comerciales para todo

La reconversión de locales comerciales a vivienda se ha convertido en habitual en Madrid. Ya hay más de 8.300. En algunos distritos el porcentaje de locales con uso de vivienda supera el 10% (Hortaleza, Latina y Puente de Vallecas). De estos, otro porcentaje —desconocido, porque no hay datos— es de locales convertidos a vivienda de uso turístico, una modalidad que algunos arquitectos especializados en cambios de uso ofrecen a sus clientes por ser más rentable.

La reconversión de bajos a hostels de literas es novedosa e incipiente, aunque aún minoritaria. Este periódico ha localizado al menos una decena de locales así en todo Madrid, algunos de muy reciente apertura. En la calle Calvario, distrito Centro, hay un local de 119 metros cuadrados con licencia de hospedaje para un aforo de 42 personas concedida en abril de este año. En la calle Conde de Romanones hay otro que se publicita como hotel cápsula y dispone de licencia de hospedaje desde 2022, según aparece en Conex. El local era antes una tienda de ropa.

Desde el área de Urbanismo del Ayuntamiento recuerdan que ahora mismo la concesión de licencias de hospedaje en pisos y plantas bajas está suspendida a la espera de que se modifique el Plan General. Si últimamente han abierto varios, dicen, es porque tendrían la licencia solicitada de antes.

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Algunos hostels similares han cerrado, como uno en la zona de Príncipe Pío que antes era un supermercado DIA, otro en Tetuán y otro en la calle Nápoles, en Canillas. Este último era conocido por ser el más barato de Madrid, por ser la primera parada de muchos inmigrantes que llegan a España por Barajas y porque la policía clausuró otro de la misma dueña que operaba sin licencia y sufrió una plaga de chinches. La licencia municipal le fue denegada en 2022, según Conex; la Agencia de Actividades lo clausuró en junio de 2024.

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