Agónico rescate de un niño de 3 años en un telesilla de la pista de esquí del Xanadú de Madrid

"Mira, ahí hay un niño colgando". Cuando Carolina escuchó esa frase, enseguida pensó en su hijo. Ella es madre de dos pequeños que esquían en el Club Mítico, que entrenaban en la pista de nieve SnoZone, en el centro comercial Xanadú de Madrid. A través de una cristalera, observaba las evoluciones de los críos. En ese preciso instante estaba de espaldas a la escena. Al escuchar la advertencia y ponerse en lo peor, se giró hacia la cristalera. "A ver si es mi hijo", pensó". Y, en efecto, el niño colgando era su hijo.

Colgando literalmente. Un telesilla que ocupaban, en ese momento, cuatro personas: su hijo Guillermo (de 3 años, protagonista de esta historia), su hermana Olivia, de 6, una compañera de 7 años y un cuarto ocupante, un adolescente de 14 años que en ese momento hacía las veces de 'adulto'. Porque en cada telesilla en el que viajen menores tiene que haber un adulto, y eso chico era el que desempeñaba ese papel de forma circunstancial.

"Lo reconocí por los pantalones que llevaba", le cuenta Carolina a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, con el susto aún en el cuerpo. El pequeño Guillermo, por causas que desconocía, se estaba resbalando del telesilla. Tenía medio cuerpo fuera y estaba siendo sujetado por el improvisado adulto de 14 años para que no se precipitase.

A 5 metros

Todo ocurrió en cuestión de segundos. Pero la agonía se prolongó por espacio de varios minutos. El niño, colgando del telesilla, a una altura de unos 5 metros del suelo. Al joven de 14 años le resultaba imposible remontar al pequeño agarrándolo de la muñeca. Cada vez se deslizaba más y el riesgo de caída era inminente.

La escena motivó que todo el personal de pista disponible en ese momento se pusiera manos a la obra para proceder al salvamento. Como parecía físicamente imposible que Guillermo volviese al telesilla, los trabajadores de SnoZone procedieron a trazar un plan para amortiguar su caída. Entre varios retiraron una de las redes que sirven de separación entre las pistas, con la idea de amortiguar la inevitable caída del niño al suelo.

Mientras todos contenían la respiración, el pequeño acabó soltándose, tal y como se puede apreciar en el vídeo que grabó su propia madre. Una aparatosa caída que no fue a más porque la red y los voluntarios que permanecían debajo del telesilla consiguieron amortiguar la caída. No hubo lesiones físicas, pero sí un trauma considerable.

"El niño no tanto. Él luego nos decía que estaba bien, que había saltado. Sólo tiene 3 años, no sabía bien lo que estaba pasando. Pero su hermana sí que lo ha padecido más. Ella ya tiene 6 años, se entera de las cosas, se asustó mucho y nos ha llegado a decir que ya no va a volver a esquiar".

Para la madre de Guillermo, se cometió una grave negligencia "porque está prohibido que los niños que no lleguen al 1,25 de altura viajen solos. Mi hijo mide un metro. Debería haber un adulto con él y no lo había. Sentimos impotencia y pusimos una reclamación a consumo, para que no se vuelva a repetir", concluye.

Club ajeno

¿Qué dicen desde SnoZone? Su portavoz, María González, ha atendido a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA para aclarar que "el niño estaba entrenando con un club ajeno a las instalaciones. Aquí vienen muchos clubes a entrenar, porque somos el centro de esquí de Madrid que más días abre al año. Los 365. El club que más alumnos trae a entrenar es Mítico, que es precisamente el club al que pertenecen esos niños".

"Son niños. No suele pasar, pero puede suceder. El niño iba jugando en el telesilla y jugando se resbaló. Lo importante es que el personal de SnoZone que había en pista en aquel momento reaccionó a tiempo y pudieron colocar una red de seguridad para que el niño no sufriese ningún daño, como así ha sido", prosigue la portavoz.

Una versión que difiere de la que da la madre de los niños, que fue la que le contaron sus propios hijos: "El niño no estaba jugando, porque ni siquiera se llegó a sentar. No se resbaló por debajo de la barra, porque no dio lugar ni a que se sentase. Cuando lo vieron mi hija y los compañeros del telesilla, empezaron a gritar para que lo parasen el telesilla, pero la persona que estaba allí de responsable no lo paró", cuenta Carolina, madre de Olivia y Guillermo, que también contradice a SnoZone al asegurar que "los que salvaron a mi hijo no fueron los pisteros de Xanadú, sino el personal del club Mítico".

Otro incidente

SnoZone sufrió otro incidente recientemente. Fue hace dos semanas, cuando hubo un parón en el telesilla y la gente se quedó colgada durante tres horas. Eso sucede porque, cuando hay un problema mecánico, el sistema se bloquea para que no haya ningún accidente y se detiene. Avisaron a los bomberos y eso demoró más la evacuación de la gente. Pero no es para nada habitual. "Yo llevo trabajando aquí desde 2012 y sólo he visto tres parones".

Volviendo al suceso del rescate de Guillermo, María González concluye asegurando que "nosotros cumplimos exhaustivamente con la normativa y los requisitos que nos imponen desde el Consorcio de Transportes de la Comunidad de Madrid". Respecto a que el chico no estuviese acompañado de un adulto, la portavoz matiza: "Todo niño que no llegue a la altura determinada, tiene que ir acompañado de alguien que mida más de 1,40. En este caso, el chico de 14 años era el que cumplía este requisito", pero insiste en que "se trata de un tema del club".

Y como la clave de este caso es el club de esquí Mítico, que es el que debería haber vigilado el trayecto del niño en el telesilla, este periódico se ha puesto en contacto con su responsable para conocer su versión. El director de Mítico, Hugo Bellver, quitó hierro al incidente, explicando que "lo importante es que al niño no le ha pasado nada y enseguida estaba con las botas puestas diciéndome que vaya salto que había pegado".

Bellver, que asegura que "la altura no era de cinco metros, sino de dos", explica que "no es cuestión de quién sea responsable. Todas las estaciones de esquí del mundo tienen a una persona cuidando de que los menores no suban solos. En este caso iban con un chico de 14 o 15 años y los críos están más que acostumbrados a subirse al telesilla. Esta vez se resbaló. Son cosas que pueden pasar y lo importante es que todo haya quedado en un susto".