CULTURA

Un festival de poesía atrae a cientos de personas a un pueblo abandonado de Burgos: "Ha sido abrumador"

La tercera edición del Festival Silvestris de cultura se ha celebrado en Bárcena de Bureba, el despoblado municipio que ahora va a ser rehabilitado para albergar una ecoaldea

Una de las performances poéticas del festival Silvestris durante el fin de semana en Bárcena de Bureba / EPE

Roberto Bécares

Poesías. Algarabía. Recuerdos. Música. La aldea de Bárcena de Bureba, al norte de Burgos, abandonada en los años 70, ha recuperado este fin de semana la vida que tuvo antaño con la llegada de cientos de personas para disfrutar del festival de poesía Silvestris, una iniciativa cultural que pretendía en esta tercera edición plantear el debate sobre por qué se dejan de habitar determinados lugares y qué ocurre con ellos. 

Durante el fin de semana se realizaron, entre otras actividades, proyecciones artísticas nocturnas sobre los edificios en ruinas -"se consiguió un efecto abrumador"-, llevadas a cabo gracias a proyectores caseros y una visita guiada a las diferentes casas del despoblado, donde "hemos hablado del pasado y el futuro de este pueblo y cómo es que se ha abandonado y ahora se va a volver a habitar", explica Dorien Jongsma, una de las organizadoras junto a Celia Heras, Marta Enríquez y Mako Gómez, sobre el futuro del municipio, que ha sido comprado por un matrimonio holandés que va a repoblarlo levantando una ecoaldea. 

Proyecciones artísticas nocturnas en Bárcena de Bureba durante el festival cultural / EPE

Una ecoaldea con un bosque frutal

Tal y como contó EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, Maikee y Tibor, profesionales en Ámsterdam del mundo de la informática, compraron Barcena por alrededor de 350.000 euros hace alrededor de un año. Su plan es crear allí en un futuro un bosque frutal para ser "autosuficientes". "Queremos inspirar a la gente", asegura la pareja, que obtendrá la energía de placas solares y potabilizarán el agua del arroyo. 

Es precisamente en ese cruce de caminos, entre "el pasado compuesto y el futuro condicional", en el que se ha enmarcado este festival para acercar la poesía al mundo rural y en el que han participado 22 artistas. "Ha sido muy bonito, ha venido mucha gente", relata Dorien sobre un fin de semana donde hubo diversas instalaciones artísticas que mezclaban poesía, música y pequeños relatos, abriendo un interesante diálogo con los visitantes sobre "el abandono y las ruinas, en contraste con la 'invivilidad' de la ciudad", terminando la jornada del sábado con un concierto del grupo Malababa. 

Recuerdos en el pueblo de Abajas

El domingo, los asistentes acudieron al pueblo cercano de Abajas a compartir la historia y los recuerdos con los pocos habitantes que quedan ya allí. "Fue muy tierno. Durante el fin de semana se ha acercado mucha gente que vivió en Barcena o veraneó allí. Te decían 'mira, en esas ruinas estaba la casa de Aurelio, que ahora es una montaña de piedras", explica la organizadora, del colectivo Hacedor de imágenes y palabras, responsable de este proyecto junto a la asociación Territorio rural. 

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Entrada a Bárcena de Bureba durante el pasado fin de semana en el Festival Silvestris. / EPE

"Maikee vino desde Holanda, y estaba muy emocionada de ver tanta gente en el pueblo, verlo tan vivo", concluye la organizadora, que asegura que la cifra de asistentes llegó a ser en el momento más álgido de más de 200 -algunas personas se desplazaron de Vitoria o Bilbao-, pero seguro que el número era mayor porque "era diferente público por la mañana que por la tarde". 

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