Feijóo utilizará el Senado para que los presidentes autonómicos se pronuncien sobre la amnistía

El PP utilizará su mayoría absoluta en el Senado para pedir que se constituya la Comisión General de Comunidades Autónomas, un órgano que permite llamar a todos los presidentes autonómicos a comparecer, con el objetivo de que se pronuncien uno a uno sobre las negociaciones del PSOE con Carles Puigdemont y, especialmente, sobre una futura amnistía si es que llega a concretarse.

Es una nueva medida de presión que Alberto Núñez Feijóo anunció en una entrevista en Telecinco este martes por la mañana, y que se suma a las que ya fue confirmando ayer mismo en la junta directiva nacional.

Como publicó este diario, la dirección nacional decidió movilizar a todos sus barones la semana pasada, aprovechando el poder territorial que tiene desde las elecciones del 28 de mayo, cuando el PP arrebató los principales gobiernos autonómicos a los socialistas. Esta comisión en la Cámara Alta garantiza un desfile de dirigentes populares, que podrán comparecer y dar su opinión sobre lo que pacte el presidente en funciones y los independentistas a cambio de su futura investidura.

“Los 17 presidentes van a poder opinar sobre si en España se manda entre el Gobierno central y las comunidades autónomas, o manda alguien que está en la oposición en una comunidad autónoma”, explicó Feijóo. Precisamente, el líder popular ya avanzó el lunes que en todos los parlamentos autonómicos y ayuntamientos su partido presentará iniciativas sobre la amnistía para que “hasta el último concejal no pueda esconder su opinión” sobre los pactos para investir a Sánchez de nuevo.

Está por ver la reacción de los presidentes autonómicos del PSOE y de otros como el lehendakari Íñigo Urkullu o el catalán Pere Aragonès. Según fuentes del grupo popular en el Senado "hay mecanismos para forzar la comparecencia de todos ellos", por ejemplo, solicitando esa comparecencia directamente.

"Autoamnistía para Sánchez"

En todo caso, a dos semanas de que se produzca el debate de investidura de Feijóo (abocada al fracaso salvo sorpresa mayúscula) el líder popular asume prácticamente que seguirá en la oposición.

El PP ha endurecido mucho el tono y trabaja ya en ese escenario. El objetivo ahora pasa por colectivizar la responsabilidad de “los despropósitos que se verán en las próximas semanas”, dicen en Génova, anticipando que habrá una amnistía para los dirigentes independentistas encausados. “No es que se esté negociando una amnistía en favor de los ciudadanos, del conjunto de la sociedad. Es que lo que hay es una amnistía en favor de una élite política, que es la independentista, y en favor del señor Sánchez”, dijo Feijóo.

“Es una especie de autoamnistía para sí mismo y poder conseguir la presidencia del Gobierno de nuevo. Algo que es moralmente reprochable, jurídicamente entendemos que no cabe en la Constitución, es decir, que es ilegal; y desde el punto de vista político es inaudito”, zanjó el líder conservador.

Contactos con Junts

Feijóo confirmó que en las últimas semanas “ha habido contactos porque Junts ha querido hablar con nosotros”, dijo, “hemos escuchado sus planteamientos y cuando los conocimos de forma explícita” (en referencia a la comparecencia de Puigdemont en la que confirmó que mantiene la vía de la unilateralidad y que exige amnistía) “respondimos en una rueda de prensa, en directo, que así no”. “Preferimos estar en la oposición si las condiciones son inasumibles”, repitió el líder popular.

No desveló interlocutores concretos y mencionó “concejales en Cataluña, mensajes, comentarios o encuentros en plenos y otros foros”, pero volvió a defender que “no hay trampa ni cartón”. “Si yo acepto lo que aceptará Sánchez puedo ser presidente. Pero no lo voy a hacer”, reiteró. 

Feijóo dejó la puerta abierta hace semanas a reunirse con Junts, entendiendo que el único cordón sanitario del PP afecta a Bildu. Tras las palabras de Puigdemont, cambió el rumbo de su estrategia y dijo que ambas partes podían “ahorrarse la reunión”.