MOVIMIENTO SUMAR
Sumar se blinda en sus estatutos: asambleas presenciales y veto de la dirección a nuevos afiliados
El partido de Yolanda Díaz plantea unas reglas básicas de funcionamiento orientadas a evitar intromisiones de otras formaciones
Yolanda Díaz, este viernes. / EFE
Sumar fija sus coordenadas políticas y establece sus primeras normas de funcionamiento. El partido de Yolanda Díaz, denominado Movimiento Sumar, ha publicado este viernes los estatutos provisionales con los que se registró hace dos semanas en el Ministerio del Interior. Un documento que dicta la reglas básicas de organización, enfocadas en blindar la autonomía de la nueva organización y evitar la colonización de otros partidos.
La existencia de unos estatutos es una exigencia indispensable para poder inscribir un partido ante el Ministerio. El actual texto, publicado en la web de Movimiento Sumar, es todavía de carácter temporal y está abierto a futuros cambios y ampliaciones, aunque da algunas pistas de las líneas del partido, que combinan algunas de los aspectos recogidos en los estatutos de Podemos o de Más Madrid.
En el artículo 6 de los estatutos se contempla la "admisión" en la afiliación, por la que una persona interesada solicita su integración, que acaba siendo efectiva "por acuerdo de la Mesa de Coordinación -ejecutiva- por mayoría simple". Este órgano "resolverá sobre la procedencia o denegación de la admisión de afiliación en un plazo máximo de 1 mes". En caso de denegarse la entrada como afiliado de Sumar, deberá hacerse motivadamente y podrá recurrirse ante el mismo órgano. El nuevo partido sí admite afiliados procedentes de otras formaciones ya existentes, aunque se reserva la posibilidad de frenar su entrada.
ASAMBLEA
El partido instrumental cuenta con tres órganos: la Presidencia, ostentada por Marta Lois, una de las personas de máxima confianza de Yolanda Díaz; la Mesa de Coordinación, algo así como la ejecutiva, que estará formada por entre 3 y 10 personas, y la Asamblea General de Sumar, que estará formada por todas las personas afiliadas -con pago de cuota- y tiene como cometido aporbar el programa político del partido, aprobar los estatutos o elegir o revocar a la Mesa de coordinación y Comisión de Garantías. Unas decisiones que se llevarán a cabo, reza el texto, mediante el "voto de la mayoría simple de las personas afiliadas presentes en sesión convocada al efecto", dando así a entender su carácter presencial, que otorgaría mayor control sobre las decisiones que allí se adopten.
Entre las normas también destaca la celebración de Asambleas presenciales entre los afiliados para la toma de decisiones. El modelo es distinto al de Podemos, que las hace online permitiendo el voto, en función de cada consulta, a los millares de inscritos o a los militantes de cuota. La de Sumar es una fórmula más próxima a Más Madrid, que también las convoca presenciamente y que requiere la asistencia a las asambleas para adquirir la condición de afiliado.
Todo ello acompañado de un régimen disciplinario más laxo que el de Podemos, pero que pone especial énfasis en sancionar aquellas acciones que contravengan la línea dictada por la dirección. Así, se consideran infracciones muy graves, sancionadas con la suspensión de la afiliación entre 6 y 12 meses o la expulsión, a "actuar en el ejercicio de cargos públicos en forma contraria a los principios estatutarios y del código ético", "desoír de manera reiterada los acuerdos y directrices adoptados por los órganos directivos" o "asumir compromisos o acuerdos políticos con otras formaciones" sin contar con la "previa autorización expresa de la Mesa de Coordinación". Una manera de blindar Sumar frente a posibles intromisiones de miembros de otros partidos, para evitar que puedan determinar el rumbo de la nueva organización.
Entre otros apuntes de este documento destaca el capítulo de la finaciación, donde Sumar renuncia "expresamente" a recibir financiación bancaria, e instaura dos métodos que ya existen en Podemos, como es el sistema de microcréditos o la donación de parte del sueldo por parte de "cargos públicos, representantes institucionales y personal contratado", además de las subvenciones públicas derivadas de su representación. La principal novedad es la introducción de financiación económica a través de "actividades" organizadas por Sumar, donde poner como ejemplo la "venta de merchandising", después del éxito de las pegatinas con la cara de Yolanda Díaz que fueron distribuidas en el acto de Magariños.
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