La convalidación del decreto de la reforma laboral en el Congreso de los Diputados, aunque parecía encarrilada, no ha estado exenta de tensión. Primero, porque la aritmética con la que se contaba ha fallado en el último momento con el no de los dos diputados de Unión del Pueblo Navarro que eran clave y, después, porque nadie se explicaba, con esos dos 'noes', cómo salían las cuentas.
El Gobierno ha conseguido salvar la reforma laboral con 175 votos a favor y 174 en contra pero, al contrario de lo que se esperaba, no ha sido gracias a los votos de Sergio Sayas y Carlos Adanero, que decidieron saltarse la disciplina de voto en el último momento y votaron en contra.
En un primer recuento, con estos dos 'noes' inesperados, la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, anunció que quedaba "derogado" el decreto de la reforma laboral ante la estupefacción del la bancada del Gobierno, especialmente del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
El Congreso aprueba, con sobresaltos, la reforma laboral del Gobierno
El inesperado recuento arrancó la euforia en la bancada del PP, donde se oyeron los aplausos de todos sus diputados. Aunque la alegría duró poco: hasta que Batet rectificó y, ya con el voto telemático, anunció que la Mesa confirmaba que las cuentas salían que el decreto quedaba aprobado. Un error del diputado del PP, Alberto Casero, terminó salvando la ley estrella de Yolanda Díaz.