NEGOCIACIONES DE PSOE Y UP

El Gobierno ultima un acuerdo a espaldas de sus aliados para desbloquear la ley mordaza

  • La semana pasada comenzaron a hablar socialistas y 'morados', pero tras una serie de "concesiones", las conversaciones se han demorado

  • El sigilo y la discreción son las características de un diálogo que no incumbe de momento a aliados como PNV y ERC

  • El objetivo es iniciar el desmontaje de la 'ley mordaza' a partir del 2 de noviembre

El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, saluda al plenario del Congreso Federal del PSOE en Valencia / EFE/Biel Aliño

Unidas Podemos tenía la 'ley mordaza' casi en el olvido. El PSOE, igual. Era un compromiso del pacto de coalición que el paso del tiempo había ido apartando de la mesa y dejando al fondo de un cajón. Hasta que Pedro Sánchez, en la clausura del 40 congreso federal que alumbró al nuevo Partido Socialista, repitió la promesa. Al día siguiente, el lado "morado" del Gobierno, representado por el secretario de Estado para la Agenda 2030, Enrique Santiago, llamó al lado socialista. "Hablemos", convinieron. Y se pusieron a hablar, pero solo entre ellos, a espaldas de los aliados con más interés en que la derogación llegue a puerto, especialmente el PNV.

Tras el acelerón, la calma

Las negociaciones se reanudaron la semana pasada en aparente sintonía. El sector más resistente del Gobierno, el del PSOE, hizo "algunas concesiones", según ha señalado a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA una fuente que conoce las conversaciones, y el optimismo cundió. De hecho, en el Congreso, el miércoles 19 de octubre, dos ministros dijeron al portavoz del PNV, Aitor Esteban, que en una semana la sustitución de la 'ley mordaza' empezaría a hacerse realidad. La idea consistía en comunicar a la Mesa de la Cámara el fin de las prórrogas de los plazos de enmiendas, una fase de la tramitación que es algo así como 'congelar' una propuesta legislativa.

El portavoz de los nacionalistas vascos se mostró satisfecho, apuntan fuentes de esta formación, pero también cauteloso. "Cuando lo vea, me lo creeré", dijo en respuesta. Su olfato le jugó una buena pasada porque cuando llegó la siguiente reunión de la Mesa, este pasado martes, los dos partidos mayoritarios, PSOE y Unidas Podemos, solicitaron otra prórroga semanal más. Ya van 41. Las posiciones de los socios de la coalición no están tan cerca como parecía.

Los dos aliados clave no saben nada

El gesto con Aitor Esteban se entiende si se repara en que hace un año el PNV expuso para la toma en consideración del pleno del Congreso una proposición de ley que derogaba la llamada 'ley mordaza'. La mayoría votó a favor del inicio de la tramitación parlamentaria. El texto quedó entonces en manos de la Mesa, en donde si una mayoría pide que se prorrogue el plazo, éste se aplica automáticamente. Es lo que le ha pasado a la propuesta del PNV y por lo que su portavoz ha protestado públicamente. Tras repetir Sánchez el compromiso, el diputado vasco escribió un tuit en el que acusó al presidente de hacer "mucho anuncio" y tener "nula acción".

La voluntad de derogar la 'ley mordaza' es palmaria porque PSOE y Unidas Podemos se han puesto manos a la obra. El problema es cuándo. Las conversaciones fueron bien la semana pasada hasta que ambas partes constataron que no llegaban a tiempo del desbloqueo de la norma en la Mesa del Congreso del pasado martes, debido a la aparición de ciertas desavenencias que las fuentes eluden concretar.


/ EFE

El diálogo, sin embargo, ha continuado y va a continuar mediante diferentes reuniones porque el objetivo es iniciar el desmontaje de la norma el 2 de noviembre. De hecho, según apuntan las fuentes, ha aumentado el intercambio de papeles y propuestas. Anuncian que habrá más encuentros entre este jueves y el viernes.

Tampoco en ERC, el otro aliado preferente, saben nada. Su empeño reside ahora en pactar la redacción de la nueva ley audiovisual

La negociación se está llevando a cabo dentro de la coalición. Las fuentes del PNV, el grupo que ha registrado una propuesta de acuerdo en el Congreso, no ha recibido ninguna llamada, mensaje o emplazamiento. Sencillamente, puntualizan, no saben nada. Esta incomunicación respecto de la derogación de la 'ley mordaza' no tiene por qué interferir en las conversaciones sobre los presupuestos generales del Estado, que esta semana atraviesan una semana fundamental. El apoyo del PNV, siquiera a tramitar el proyecto en el Congreso una vez esquivadas las peticiones de veto, no está en absoluto garantizado. Depende su predisposición de otros factores, en especial la transferencia a Euskadi del Ingreso Mínimo Vital, pero la actitud del Gobierno con su propuesta de ley de seguridad ciudadana no ayuda nada, a criterio de dichas fuentes.

Tampoco en ERC, el otro aliado preferente, saben nada. Su empeño reside ahora en pactar la redacción de la nueva ley audiovisual y de blindar en ella una cuota del catálogo de las plataformas, desde Netflix a HBO, en catalán.

Los escollos

Lo que lleva un año de letargo en el Congreso es una proposición de ley del PNV que se inspira, casi en su totalidad, en el acuerdo que una ponencia de la Comisión de Interior alcanzó a primeros de 2019. El rechazo de la Cámara al proyecto presupuestario provocó el adelanto electoral y el texto de la ponencia decayó.

Pero fue un documento acordado en gran medida entre el PSOE, el PNV, Unidas Podemos y hasta el PP. En "un ambiente de sosiego", como destacó el diputado nacionalista vasco Mikel Legarda, la mayoría parlamentario planteó una alternativa a la 'ley mordaza' que neutralizaba sus aspectos más controvertidos, aunque no todos.


/ EFE/Chema Moya

Las condiciones de la detención en calabozos, la desnudez para cacheos de sospechosos, las sanciones a los organizadores de manifestaciones y las condiciones de desarrollo de las mismas, la identificación de agentes policiales o divulgación de imágenes suyas por internet... Todo ello fueron aspectos que más o menos se encauzaron, menos uno: las devoluciones en caliente de las personas migrantes que alcanzan las fronteras españolas.

El documento de la ponencia parlamentaria de 2019 se ha retomado con un afán revisionista más amplio

Son escollos en los que confluyen muchos intereses. El Ministerio de Interior está muy pendiente de qué pase con esta ley. Son escollos que, como hace tres años, siguen demorando e incluso atascando la negociación.

Por ello, el documento de la ponencia parlamentaria de 2019 se ha retomado con un afán revisionista más amplio. "Hay que actualizar muchas cosas", concluye una de las fuentes. El trabajo es contra reloj.