'PAPELES DE BÁRCENAS'

Casado no se da por aludido tras el fallo: "Ya hemos dicho todo lo que teníamos que decir"

Pablo Casado, presidente del Partido Popular. / EFE

“Ya hemos dicho todo lo que teníamos que decir”. La dirección nacional del PP guarda silencio tras la sentencia de la Audiencia Nacional que da por probado que el partido pagó más de un millón de euros en 'b' para remodelar su sede en el centro de Madrid. El extesorero Luis Bárcenas también ha sido condenado a dos años de prisión. Pero en la cúpula de Pablo Casado insisten en no pronunciarse sobre la corrupción del pasado, reafirmándose en que el actual presidente “no tiene nada que ver” y en la estrategia de que no hablarán sobre ese asunto.

La sentencia también atribuye al PP la responsabilidad civil subsidiaria, por un importe de 123.669 euros, en relación al impuesto de 2007 de sociedades de la empresa Unifica, la encargada de acometer las obras. 

Justo en el pasado mes de febrero y tras la debacle electoral en Cataluña (que Casado asoció al goteo de informaciones sobre el caso Bárcenas de nuevo, incluida su confesión), el presidente popular anunció la decisión de no volver a pronunciarse sobre estas noticias a pesar de que implican de lleno a la formación que hoy dirige: “Desde hoy esta dirección no va a volver a dar explicaciones sobre ninguna cuestión pasada. No nos lo podemos permitir más con el calendario judicial que se avecina. El coste electoral es tremendo y tenemos que dejar de preocuparnos por nuestro pasado y ocuparnos del futuro”, zanjó ante los principales cargos del partido. De hecho, anunció la mudanza inmediata a otra sede para no volver a estar vinculados con la calle Génova. Todavía no hay noticias del nuevo destino.

"Las hipotecas en política no son hereditarias y no podemos seguir pagando facturas de cuestiones que ni conocemos", explicó Casado al asegurar que cambiarían de sede nacional “porque no debemos seguir en un edificio cuya reforma se está investigando esta misma semana en los tribunales”. Bárcenas había ahondado en la contabilidad irregular en una confesión y a los pocos días se produciría un nuevo juicio.

El PP está convencido, por tanto, de que no debe seguir dando explicaciones porque supondría asumir una relación con los hechos. Y, de ahí, que insistan en que el principal compromiso de Casado al ganar las primarias y asumir la presidencia en 2018 fue romper con el pasado de la corrupción y garantizar que esos episodios no vuelvan a repetirse. La sombra de la corrupción de los años anteriores ha perseguido al nuevo líder (con escasas treguas) casi desde que accedió a la presidencia de la formación. Y en su entorno siempre repiten que cuando todos esos hechos se produjeron Casado "no era nada en el PP" o, en todo caso, "un diputado por Ávila".

También resaltan que desde que llegó al mando las listas electorales se han hecho sin imputados ni personas implicadas en casos del pasado, especialmente la 'operación Kitchen' que afecta al último gobierno de Mariano Rajoy y una etapa en la que Casado ya formaba parte de la dirección nacional como vicesecretario de comunicación.

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