Opinión | ARTÍCULOS DE BROMA

La vista es más lenta que la fe

El desnudo es una disciplina del arte occidental

Viñeta de un cómic sobre Tarzán. / Archivo

La académica experta en estudios clásicos Mary Beard me reveló que en las iglesias cristianas hay un hombre desnudo: Cristo. De niño llegué a razonar que vestía parecido a Tarzán, aunque el rey de los monos de animal print, pero lo olvidé porque la iglesia católica me inculcó el pudor y no vi lo que estaba a la vista hasta la versión Mary Beard del traje nuevo del rey de los judíos. La prenda que en Tarzán se llama «taparrabos» en Cristo se denomina «paño del pudor». Los artistas del primor que desde Grecia usan la técnica del paño mojado llegaron a destacar la condición de judío de Cristo marcando su ausencia de prepucio bajo el paño. Está a la vista y no lo ves porque, pensamiento mágico, la fe es más rápida que la vista.

El desnudo es una disciplina del arte occidental. Con el sesgo de género, las niñas ven los museos llenos de representaciones de mujeres desnudas. Hay hombres desnudos en miles de cuadros. Es verdad que el desnudo del hombre es de una pieza, mientras que el de las mujeres es de dos y es indudable que la desnuda en el arte lo está para la sensualidad y el desnudo hace cosas de tíos: gimnasia, guerra, raptos que son violaciones, trabajos de fuerza... La excepción sensual es el martirizado San Sebastián de los gais.

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Del desnudo al martirio, lo último de Mary Beard es que asegura que hasta el siglo V de nuestra era no es seguro que las fieras devoraran cristianos en los coliseos. Eso alivia mis horrores infantiles de romanos. Fabiola, mentirosa, tu novela del XIX y tus dos películas del XX se desarrollan en el siglo IV. Pero Beard recupera unas cartas de san Ignacio, obispo de Antioquia del siglo II, que iba muy animado al martirio: «soy el trigo de Dios y estoy siendo molido por los dientes de las fieras para ser pura hogaza para Cristo». Más magia. Me recuerda el brillo en la mirada de un sacerdote de la secta oncocatólica que contaba su cáncer como si hubiera recibido la gracia de Dios. El cangrejo (cáncer) era la fiera de su siglo.

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