Piragüismo

En el nombre de Maialen: Pau Echaniz se lleva el bronce en K1 eslalon

El guipuzcoano, hijastro de la leyenda del piragüismo español, da la sorpresa con una bajada extraordinaria

Pau Echaniz, medalla de bronce en K1 eslalon. / Kirsty Wigglesworth / AP

Sergio R. Viñas

En el nombre de Maialen Chourraut, maestra y pareja de su padre. En el nombre también de ese mismo hombre, de Xabier Echaniz, también su entrenador. En el nombre del piragüismo español, Pau Echaniz rompe el agua y lanza al aire de Vaires-sur-Marne un alarido de bronce. La medalla más imprevista, la que nadie había incluido en la previsión de medallas de este 'Superjueves', ni siquiera por engordar un poco más la expectativa, llegó en la barriga de una piragua descendiendo briosa las aguas bravas de París.

En el nombre de Maialen porque, además de los lazos afectivos, era ella la única medallista de la historia de las aguas bravas en España, una de cada color. Hoy le pasa el testigo a un muchacho al que quiere como a un hijo, a un chaval de 23 años que se labra un nombre en el K1 eslalon y también en el mundo de la moda, con una marca de ropa propia a la que ahora, dice entre risas le va a "subir el precio un 200%". Ahora esas prendas llevan el sello de un medallista olímpico.

"Es el mejor momento de mi vida, ha sido tal y como lo imaginaba", decía, ya más en serio, Echaniz, tras su histórica medalla. Porque sí, él sí creía en este bronce, se lo creía "desde hace mucho tiempo". Él tenía confianza en sí mismo, aunque nadie contara todavía con el joven Pau, menos aún tras colarse en la final de puro milagro, con el peor tiempo de los 12 clasificados, lo que provocó que saliera el primero, sin ninguna referencia de tiempos, a tumba abierta. Absolutamente nada que perder, todo por ganar.

Pau Echaniz logra la medalla de bronce en K1 eslalon / Agencias

Como un "caballo salvaje"

Salía el primero, decíamos, y cuando terminó su faena dejó a todos con la poca abierta. La bajada de su vida, la más rápida de cuantas vio este jueves en el canal de Vaires-sur-Marne. Tan buena fue, que el fallo en la puerta 19 no le bajó del podio. Solo ese mínimo error, maldita sea, le despojó del oro y le hizo conformarse con el bronce. Bendito consuelo. "He ido como un caballo salvaje, suelto y seguro, sabiendo en todo momento lo que había que hacer", explicó, muy gráfico, el bronceado palista.

Esos 86,22 segundos, a los que se sumaron dos de penalización, debieron sentar como una patada en el estómago a los 11 piragüistas que esperaban su turno, todos ellos mejores que él en la semifinal disputada un par de horas antes. Se fueron dirigiendo a la parte alta del canal como quien va al matadero, cayendo uno tras otro.

Pau Echaniz celebra su bronce en K1 eslalon. / ALI HAIDER / EFE

Así fue hasta que apareció en escena el campeón de Europa, el italiano Giovanni di Gennaro, que acabó llevándose el oro y que marcó seis décimas menos en su marcador final. Echaniz pasaba a la plata provisional, con la amenaza de quedarse sin premio si dos de los siete competidores que aún esperaban turno le superaban.

Éxtasis de bronce

El tercer mejor clasificado en semifinales, el francés Titouan Castryck, le colocó al borde del 'chocolate'. Ya solo quedaban dos y Echaniz se agarraba al bronce. Tensión máxima. Falló el alemán Hegge. Histeria absoluta. El británico Clarke cruza la línea de meta... un segundo más tarde. Éxtasis total.

"Esto es para mi padre, para mi familia, para Maialen, para Marc [su hermano], para Ane [su hermanastra], para mi madre, para mis amigos que han venido aquí a apoyarme y animarme. He salido ya ganando, así que ya tenía una cosa menos que tiene perder". En realidad, no tenía que perder. Y lo ganó todo.

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Su medalla es la cuarta de la delegación española, la tercera de este 'Superjueves', a la que hay que sumar la que también ha sumado hoy mismo el boxeador Enmanuel Reyes, a falta de que se confirme si gana el oro, la plata o el bronce. España suma hasta ahora la plata de María Pérez y los bronces de Fran Garrigós, Álvaro Martín y, claro está, Pau Echaniz.

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