CAFÉ Y SALUD

El café, ¿aliado o enemigo para el cerebro?: estas son las ventajas y los peligros de su consumo diario

El café, la bebida del día a día para gran parte de la población mundial, cuenta con importantes ventajas para la salud neurológica pero con un importante riesgo en su consumo

¿Es sano tomar café sin azúcar todas las mañana? Los expertos responden

El café, un hábito de consumo en nuestro día a día que produce muchos efectos positivos y algun efecto adverso en nuestro cerebro. / ANA AYUSO / ANA AYUSO

Después del agua, el café es la segunda bebida en el mundo más consumida. Aproximadamente hablamos de 2600 millones de tazas diarias en todo el planeta, y en nuestro país contamos con unas 66 millones.

Está claro que el café es parte de una rutina basada en el estímulo y la activación. Nos sentimos más resolutivos, eficientes y sobre todo con energía suficiente como para encarar una jornada laboral, un largo periodo de espera o en general un día complicado.

Entre los ingredientes, existen cientos de compuestos bioactivos, siendo gran parte de ellos antioxidantes. Los activos del café son la cafeína, los ácidos clorogénicos, los compuestos naturales cafestol y kahweol y también la trigonelina. A partir de aquí, surge la duda de si su consumo diario puede generar problemas o beneficios en nuestro cerebro.

Múltiples provechos para nuestro cerebro

Frena la adenosina y promueve la serotonina

La cafeína y, por tanto, el café afecta al sistema nervioso central. Esta atraviesa la barrera sanguíneo-cerebral e interactúa con los receptores de adenosina, siendo esta un neurotransmisor en el cerebro que promueve el sueño.

Al unirse a estos receptores a las neuronas, la adenosina reduce la actividad de las neuronas, lo que provoca una disminución en la velocidad de la actividad cerebral.

Durante el día, la adenosina se va acumulando gradualmente, lo que contribuye a la sensación de somnolencia cuando llega la noche. La cafeína tiene una estructura molecular parecida, pero el efecto es completamente opuesto. Promueve su estimulación y te hace sentir alerta, lo que anula la somnolencia de la adenosina. Esto tiene correlación con un aumento en la liberación de serotonina o la acetilcolina, entre otras.

Fomenta un mejor y constante rendimiento del cerebro

El café incrementa la "entropía cerebral", lo que significa que el cerebro está operando a un nivel elevado. Esto mejora el rendimiento de nuestro cerebro, haciendo de su consumo moderado una constante de comportamiento activo y desarrollo más completo de actividades mentales, velocidad en las indicaciones y facilidad en la creación de ideas y razonamientos.

Memoria y placa cerebral

En dosis moderadas, la cafeína puede mejorar la memoria a corto plazo y la atención, lo que facilita la concentración y el aprendizaje. Esto se debe a la liberación de la dopamina y la noradrenalina, que están involucrados en la función cognitiva.

La cafeína parece tener un efecto reductor en la placa cerebral, relacionada con la enfermedad de Alzheimer y la demencia. Unos hallazgos que no han sido aceptados de forma completamente unánime.

Evita derrames cerebrales

También se ha probado que los vasos sanguíneos ubicados en nuestro cerebro están escudados por los micronutrientes polifenólicos del café, al disminuir sustancialmente con un buen consumo el riesgo de padecer daños tisulares por puntuales heridas en nuestro cerebro, y, por tanto, de enfermedades vasculares en dicha zona, como puede ser un ictus (aunque quedaría como objeto de revisión si se consume el café con azúcar).

Las grandes cantidades de antioxidantes, en este caso sobre todo influye la trigonelina, ayuda a que los derrames cerebrales no se produzcan.

Un único problema: la adicción

Con el tiempo, el cerebro se adapta a estos efectos y puede volverse dependiente de la cafeína para mantener un nivel normal de activación. Esta dependencia puede llevar a la tolerancia, lo que significa que la persona necesita consumir más café para lograr los mismos efectos. Además, al reducirse el consumo de cafeína de forma abrupta, el cerebro experimenta síntomas de abstinencia como dolor de cabeza, fatiga y dificultad para concentrarse, lo que refuerza la necesidad de seguir consumiéndola.

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Con esto, todos los beneficios cognitivos mencionados anteriormente pueden ser un "arma de doble filo" en caso de que nuestro consumo sobrepase los límites de 200mg al día establecido por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Nerviosismo, pérdida de facultades, Parkinson o insomnio pueden ser algunas de las consecuencias del lado más peligroso del café.

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