Rojos o azules. Los arándanos se han convertido en uno de los frutos más virales en las redes sociales. ¿Por qué? Por su sabor y por su versatilidad, pues se pueden consumir en el desayuno con avena, se pueden añadir a las ensaladas o como snack para evitar el picoteo entre horas. Otro de los motivos por los que los arándanos se han vuelto tan populares se debe a que tienen innumerables beneficios para la salud y tiene muy pocas calorías. No obstante, el consumo de arándanos no está recomendado en todos los casos.
Beneficios de los arándanos
Originarios de Norteamérica y del norte de Europa, los arándanos crecen en racimos en un arbusto también llamado arándano. Su color azul o rojo depende de la variedad, pero incluir estas bayas en la alimentación sólo aportará beneficios a la salud, pues están cargados de vitamina C, vitamina K, vitamina A, hierro, calcio o magnesio, entre otras vitaminas y minerales. Estas son las propiedades de los arándanos:
Antioxidantes contra el envejecimiento. Calificados como el alimento con mayor poder antioxidante, los arándanos poseen una gran cantidad de vitamina C, flanovoides o resveratrol, entre otros antioxidantes. Los antioxidantes ayudan a combatir no sólo el envejecimiento celular del cuerpo, sino que, además, ayuda a proteger la piel y actúa como un potente antiinflamatorio.
Bajo en calorías. Están indicados para aquellas personas que siguen una dieta baja en calorías. Cien gramos de arándanos sólo tienen 57 calorías.
Contra el colesterol y los triglicéridos. Los nutricionistas recomiendan el consumo de arándanos a aquellas personas que tienen altos niveles de colesterol y triglicéridos. Estas pequeñas bayas contribuyen a elevar los niveles del conocido como colesterol 'bueno', lo que contribuye a mejorar la salud cardiovascular.
¿Cuándo hay que evitar el consumo de arándanos?
Pese a las múltiples bondades que tiene los arándanos, no está recomendado para todas las personas. Estos son los casos en los que se debe eliminar o reducir el consumo de arándanos:
Anticoagulantes. Aquellas personas que tomen anticoagulantes deben tener cuidado a la hora de consumir arándanos, pues podrían aumentar el riesgo de hemorragias.
Aumento de la orina. Su consumo excesivo puede provocar un aumento de las micciones.
Alergia. Las personas con alergia a las frutas de la familia de las rosáceas -entre las que se encuentran los arándanos, las manzanas, las peras, las fresas o las nectarinas- deben evitar el consumo de esta baya.