El verano es época de comidas ligeras y fresquitas. Y es que no apetece comerse un cocido de garbanzos o un guiso de cordero cuando fuera el termómetro marca 40 grados. Por eso, nunca está de más acumular recetas para comer variado y saludable y no recurrir siempre a la típica ensalada mixta.
Dos de las mejores opciones vienen directas del sur: el gazpacho y el salmorejo. Mientras que el primero se toma casi como una bebida acompañando otros platos, el segundo sí es en sí mismo un plato más completo. Porque además del tomate, lleva pan y se acompaña de huevo duro y jamón ibérico.
Sin embargo, no es fácil hacer el salmorejo cordobés perfecto. Aunque en cada casa hay un truco, aquí va una receta infalible, rápida y sencilla.
Ingredientes
Un kilo de tomates maduros
200 gramos de pan duro
150 ml de aceite de oliva
Un diente de ajo
Un huevo
Taquitos de jamón ibérico
Sal al gusto
Preparación
Pelar los tomates y cortar en trozos grandes. Triturar con ayuda de una batidora.
Colar para retirar cualquier pepita o rastro de piel que haya podido quedar.
Añadir el pan en cachos pequeños y dejar reposar unos 15 minutos. Una vez haya ablandado, triturar con la batidora.
Añadir el ajo pelado, el aceite y la sal y volver a triturar.
Dejar reposar un par de horas en la nevera.
Quince minutos antes de consumir, cocer el huevo y cortar en trozos pequeños.
Servir el salmorejo y decorar con el huevo, el jamón y un chorro de aceite de oliva.