MONTE TABOR

Así lucen los pasillos de un colegio que apuesta por el arte

Hasta el 22 de diciembre, los pasillos del colegio se convierten en museo y acogen las ‘instalaciones artísticas’ de sus seis alumnos de primero de bachillerato de arte.

El Colegio Monte Tabor Schoenstatt se convierte en museo y expone las obras de sus alumnos

Belén Parrilla

El colegio Monte Tabor Schoenstatt se ha convertido en escenario de una exposición de arte que va mucho más allá de lo convencional. Se trata de todo un recorrido inmersivo donde se pueden apreciar instalaciones artísticas creadas por los alumnos de 1º de bachillerato de Artes

La exposición, que estará disponible hasta el 22 de diciembre, forma parte de un examen práctico de la asignatura Proyectos Artísticos, donde los jóvenes no solo deben idear una obra de arte, sino llevarla a cabo en todos sus niveles: realizar investigaciones teóricas, elegir el espacio, conseguir el presupuesto para llevarla a cabo y ser capaces de sintetizarla en un trabajo escrito.

Beatriz Rodríguez, profesora de diseño y proyectos artísticos, explica que los alumnos “tuvieron libertad absoluta para elegir la temática de su obra” por lo que el mérito de esta sorprendente exposición es suya.

¿Qué son las instalaciones artísticas?

Una instalación artística es un género de arte contemporáneo que surge en la década de los sesenta que consiste en que la idea de la obra prevalezca sobre sus aspectos formales. Es decir, el arte sale del lienzo, se adueña del espacio y se acerca al espectador.

Pero no estamos hablando de un simple “ordenamiento de objetos”, las instalaciones tienen sentido en las ideas fundamentadas que concibe y presenta el artista en su obra física o intangible y lo que éstas provocan en la interacción con el espectador.

Bachillerato de arte con mucho potencial

Beatriz explica que la especialidad del bachillerato de artes es relativamente reciente en el centro, y que actualmente cuenta tan solo con seis alumnos:

  • Todavía da miedo apostar por el arte. Sobre todo, los padres, que piensan que la rama artística no tiene salida, pero desde el centro los animamos a que los alumnos hagan lo que les apasiona”.

Seis obras de arte, seis artistas

La sombra del dolor

La Sombra del Dolor / Elena Amat

Elena Amat nos habla en su obra sobre el dolor que causan los tiroteos escolares, y no trata solo de concienciar sobre el uso de las armas, sino de poner al espectador en el lugar de las víctimas: lo primero que ves al entrar son unas pistolas apuntando a la frente.

  • "Esta obra surgió porque al proponernos una instalación dentro de un colegio, pensé que tenía que estar relacionado con el espacio", explica la autora.

Consigue humanizar a las víctimas, utilizando “ropa y objetos suyos”, mostrando las caras de los profesores y niños. Todo esto acompañado acústicamente con la canción ‘i dont like Mondays” de ‘The boomtown Rats”, que trata de un tiroteo en una escuela de primaria.

Wabi Sabi, lo bonito en lo imperfecto

Wabi Sabi, lo bonito en lo imperfecto / Gloria Romero

Gloria Romero ha creado su obra inspirándose en un antiguo concepto japonés llamado wabi-sabi. wabi se refiere a lo bonito de lo sencillo y Sabi al paso del tiempo. Esto unido a la técnica kintsugi, “reparación dorada”, que consiste en reparar las cosas rotas con polvo de oro, con la intención de demostrar que las cicatrices también son hermosas, y forman parte de la vida.

Para plasmar esto, Gloria presenta un mosaico reparado con polvos dorados, colocado sobre una forma humana, iluminada por un foco que nos revela con su sombra, la forma perfecta de un cuerpo que antes solo parecía un amasijo de azulejos rotos.

Relata que moldear la figura del maniquí fue una de las cosas más complicadas, y que también "pinté a mano los platos y los rompí".

Vida observada

Vida observada / Santiago Cabrera

Santiago Cabrera idea esta obra con la intención de hacernos reflexionar sobre la cantidad de información privada que facilitamos en las redes sociales sin darnos cuenta. Convirtiendo nuestra vida en un escaparate para el resto, creando una sensación de estar continuamente vigilado.

Para ello, coloca un muñeco de madera en el centro del ojo público, paredes repletas de ojos, que crean un ambiente incómodo.

Lumbre

Lumbre / Natalia Valentín

Natalia Valentín nos presenta ‘Lumbre’, un proyecto que pretende destacar la parte positiva del fuego. Pretende recordar al espectador que las llamas también significan hogar.

Con esta obra la autora invita al público a reflexionar sobre qué consideran un hogar y entorno a qué construyen el suyo: las familias ya no se reúnen alrededor del fuego sino de la televisión. Redescubrir esa sensación de confort y seguridad.

La autora se implicó tanto, que confiesa que cuando mostró su obra se sintió "bastante más expuesta y me dió vergüenza, pero supongo es parte de la vida del artista; siempre se pone una parte de tí en tus trabajos".

La instalación es una inmensa ‘hoguera’ creada con una lámpara de lana y guirnaldas en el centro de una estancia en penumbra.

(In)seguridad adolescente

(in)seguridad adolescente / Ana Abollado Valdés

Ana Abollado Valdés ha querido expresar con su obra cómo los adolescentes, mediante el cuidado de lo estético intentan ocultar sus inseguridades y su fragilidad, concepto que representa con los ‘cristales’ rotos por el suelo.

  • "Decidí hacer algo que yo conociera, que hubiera visto y sentido de cerca y que les fuera cercano también a los espectadores", explica la autora.

El juego de luces supone una parte esencial, reflejan en los trozos de cds rotos en el suelo. Además, introduce el concepto de ‘performance’, haciendo que fueran los propios espectadores los que rompieran los cds.

Las dos caras del saber

conocimiento o saber / Leyre Sáez Sagardoy

La alumna Leyre Sáez Sagardoy utiliza distintos materiales y recursos para que el observador se plantee la siguiente cuestión: En la era de la información, los avances científicos nos deslumbran pero, ¿nos hacen realmente más humanos?

  • La autora comenta que "hacía tiempo que esta idea me rondaba la cabeza: Lo realmente bueno no es tanto leer, sino saber qué y cómo se lee".

La instalación está dividida en dos espacios bien diferenciados. A la derecha, se hace referencia al pecado original, representando el anhelo por conocer. A la izquierda, un niño sube por una escalera de libros hasta las estrellas: Ad Astra per aspera (por el sendero áspero se llega a las estrellas).

La expresión artística se encuentra en todos los niveles educativos

Pero lo cierto es que el arte en el Monte Tabor Schoenstatt esta muy presente en todos los niveles educativos, y no solo en asignaturas obligatorias como plástica, sino también en optativas como teatro, en el coro, y por supuesto, en el Belén que diseñan cada año para participar en el concurso escolar de Belenes que organiza el ayuntamiento.

Estas actividades permiten crear vínculos especiales entre alumnos y profesores:

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  • “Pasar tiempo con ellos más allá de las aulas, montando el belén ayudándonos unos a otros nos permite conocerlos de una forma que en clase de matemáticas es imposible”, cuenta Isabel Fernández, profesora de plástica en la ESO y jefa del departamento de arte y creatividad.
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