¿Es Miguel de Cervantes alcalaíno? Una nueva investigación concluye que no

Manuel Azaña, Catalina de Aragón, Fernando de Habsburgo... estos son algunos de los personajes más ilustres de Alcalá de Henares, un municipio con mucha historia.

En esta lista de "personalidades", figura, o al menos lo hacía hasta ahora, Miguel de Cervantes, una de las máximas figuras de la literatura española. Su origen siempre ha generado un desconcierto total entre los investigadores. Tanto la fecha exacta de su nacimiento (algunos estudios afirman que lo hizo el 29 de septiembre de 1547, día de San Miguel) como su procedencia siempre han sigo origen de dudas y debate.

Hasta ahora, se le presuponía alcalaíno (Alcalá de Henares, Madrid). Sí, hasta ahora. El investigador José de Contreras y Saro (Madrid, 1976) ha puesto en jaque esta teoría, al presentar el pasado miércoles una teoría, en el Ateneo de Sevilla, basada en que existieron tres Miguel de Cervantes, que se llamaban, apellidaban y firmaban igual pero que eran personas distintas.

Todo ello, basado en un documento histórico en el que se reseña a Miguel de Cervantes como natural de Córdoba. Ese documento histórico se debe a un proceso judicial que se inició en 1593 y concluyó en 1594 en el que Cervantes intervino en favor de Tomás Gutiérrez, también natural de Córdoba, y al que se le denegaba el ingreso en la Cofradía Sacramental de Sevilla por razones de prosapia familiar y otras relacionadas con su actividad laboral.

En dicho escrito, que cuenta con dos firmas de Miguel de Cervantes y que fue hallado por Adolfo Rodríguez Jurado (abogado y político) en febrero de 1914 y leído poco después por él mismo en un acto oficial en presencia del entonces rey Alfonso XIII para realzar la importancia del hallazgo, se detalla que Cervantes era vecino de Madrid, nacido en Córdoba, criado del rey y «estante» en Sevilla.

Dicho documento, que señala que Cervantes tenía por aquel entonces 46 años, se conserva en una caja de seguridad en el Fondo Antiguo de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla y ha permanecido en paradero desconocido, prácticamente, desde que Rodríguez Jurado lo descubriera allá por 1914, hasta 2016.

Algo que conmueve en especial al investigador de este estudio, ha explicado, es que nadie en la Universidad se haya percatado y le haya dado la relevancia que el documento tiene al leerlo.

Según las pesquisas de De Contreras, el Miguel de Cervantes que nace en Alcalá de Henares es un primo segundo del escritor, de un año más joven, pero que también fue militar.

En este punto, el investigador ofrece pruebas documentales de que el cautiverio del escritor fue del 7 de septiembre de 1575 hasta “antes de enero de 1580”, mientras que el de su primo y homónimo fue de “antes del 25 de julio” de 1575 a octubre de 1580, superando los cinco años y tres meses -mientras que el del escritor fue de cuatro años y tres meses-.

El tercer Miguel de Cervantes es hijo del hermano mayor del autor del Quijote -fueron siete hermanos los Cervantes-, Blas de Cervantes, y su partida de nacimiento, hallada en Alcázar de San Juan, es de 1558, por lo que contaba con solo doce o trece años cuando la batalla de Lepanto y no pudo intervenir en ella -la edad mínima para enrolarse era 16 años-.

Tres firmas con el mismo nombre: claves en la confusión

Según el investigador, el hecho de que existiesen firmas con el mismo nombre (homónimos) por aquel entonces era algo muy habitual.

El autor del Quijote es el Miguel de Cervantes que está enterrado en Madrid, según el investigador, quien en su conferencia ha aportado nuevos hallazgos, como uno que ha encontrado hace solo dos meses en el Archivo Municipal de Sevilla de un padrón que da cuenta de la madre del escritor, Juana de Saavedra, como vecina del sevillano barrio de Feria.

También ha mostrado diapositivas con las firmas de los tres Miguel de Cervantes y su correspondiente análisis grafológico, que para el investigador es concluyente: son tres hombres distintos que, sin embargo, firman con un mismo nombre: “Miguel de Cervantes”. 

Cerca de 500 años más tarde del nacimiento del padre de la literatura española, su origen sigue siendo toda una incógnita. Los documentos sacados a la luz por el investigador aportan contundencia al argumento. Alcalaíno o cordobés, su procedencia sigue sin ser "firme".