COCINA

¿Un restaurante en la mente? Así es Imaginario, de Iván Plademunt

En octubre de 2014 emprendió esta aventura y a día de hoy se puede decir que “El Imaginario” es un restaurante más que conocido en la ciudad alcalaína

¿Un restaurante en la mente? Así es Imaginario, de Iván Plademunt / Iván Escobar y Rubén Gómez

Iván Escoba | Rubén Gómez

En la calle Francisco Díaz 1 de Alcalá de Henares se encuentra un lugar dónde los sueños se hacen realidad. Iván Plademunt es el claro ejemplo de ello. Creó su restaurante después de escribir en un blog todas las ideas que tenía al respecto.

En octubre de 2014 emprendió esta aventura y a día de hoy se puede decir que “El Imaginario” es un restaurante más que conocido en la ciudad alcalaína. Y es que el restaurante es el núcleo del resto de actividades que se hacen.

El Imaginario Plademunt es más que un restaurante

Para empezar, todo el pan de “El Imaginario” se hace allí. Pan integral, de centeno, espelta, de Sant Jordi o el hornazo, son algunos de los panes que hacen. Cada mes hacen un pan nuevo.

Panes preparados para hornear / Iván Escobar y Rubén Gómez

Desde hace ya varios años, dan cursos de cocina. En estos cursos Iván enseña una cocina saludable, sostenible y económica, con el único fin de que la gente se lo pase bien cocinando y comiendo. El siguiente curso que se realizará en “El Imaginario” será de cocina saludable.

Además, son escuela de español para los universitarios extranjeros y organizan conciertos de piano con degustaciones de vinos de la Comunidad de Madrid y de aceite. Han hecho talleres o campamentos de verano. También colaboran con ONGs, la Universidad de Alcalá y el ayuntamiento.

La esencia de Plademunt

“No queremos tratar a los clientes de manera mercantil”, afirma Iván Plademunt a La Crónica de Alcalá. Para el chef, los clientes son lo más importante del restaurante e intenta tener una relación personal para que se lo pasen mejor que en su casa.

Solo dan un turno de comidas en “El Imaginario” por este mismo motivo, quiere que las personas disfruten de la comida. Es por eso que a la hora de comer solo hay como máximo 65 comensales, no quieren doblar las mesas.

Para Iván, es vital fijarse en el pasado para poder hacer una buena cocina. “Es muy importante que el mensaje le llegue al cliente cuando venga a comer”, es la opinión del chef sobre su intención en los platos que prepara.

“Es importante estar conectado con los platos de siempre. Cocina Mediterránea de norte a sur y de este a oeste”, resume Iván Plademunt los ingredientes de sus platos. El plato estrella del restaurante son los arroces, el socarrat con chipirones.

Interior del Restaurante Imaginario de Iván Plademunt / Iván Escobar y Rubén Gómez

El futuro del Restaurante Imaginario

“La ciudad ha cambiado mucho gastronómicamente. Ha habido una evolución brutal en los últimos 10 años. El futuro siempre es incierto”, dice Iván Plademunt, cuando le preguntamos sobre el futuro del restaurante.

“Queremos seguir en la línea de sostenibilidad y ser más escuela y menos restaurante. También perfeccionar la calidad y el entorno, y apostar por la calidad y el trato”, explica Iván.

La barra del Restaurante Imaginario Plademunt / Iván Escobar y Rubén Gómez

El año pasado quedaron finalistas en el concurso de tapas y pinchos con un canelón de bacalao, marisco y un toque marroquí. Este año se van a volver a presentar, con una alegoría al inicio de Madrid. Iván va a hacer un pollo libanés con aspecto crispy, una receta libanesa en cocina moderna.

La historia del chef Iván Plademunt

El dueño del Plademunt, El Restaurante Imaginario hizo su primera tortilla francesa a los 5 años, ‘y sin querer’, como nos cuenta Iván Plademunt. “Llevo cocinando desde los 16 profesionalmente, y empecé leyendo un recetario de mi abuela”.

Iván nació en Barcelona, y con 21 años ‘aterrizó’ en Alcalá de Henares, ya que ‘quería un cambio de aires y empezó a cocinar en un hotel’. “Alcalá es parecido a Barcelona, una ciudad histórica y cultural, que ha crecido mucho a nivel cultural y gastronómico”, explica Iván Plademunt a La Crónica de Alcalá.

El chef siente una ‘satisfacción total’ cuando cocina, no se cansa, pero ‘nunca cocino para mí, siempre cocino para la gente’. Esta es la filosofía de Iván.

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