SECTOR INMOBILIARIO

Turismo recibe la aprobación para reformar el Palacio de Congresos de Madrid, aunque deberá subsanar algunos errores

  • El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo deberá sacar a concurso la licitación de las obras y la gestión del espacio

  • El Palacio de Congresos, clausurado en 2012, cuenta con 40.000 metros cuadrados para celebrar eventos

palacioconyexp / Wikipedia

Proyecto a la vista. El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo recibió ayer la primera aprobación para comenzar la reforma del emblemático Palacio de Congresos de Madrid, según han confirmado desde Madrid Foro Empresarial a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. Ahora, el organismo dirigido por Reyes Maroto deberá sacar a concurso la licitación de las obras y la futura gestión del espacio, ubicado enfrente del Santiago Bernabéu y junto al Paseo de la Castellana, el cual lleva clausurado desde el año 2012.

Desde el Ayuntamiento de Madrid, apuntan que ayer se otorgó la aprobación de algunos aspectos, pero otros quedaron pendientes para revisarlos en una próxima sesión. Ahora, tras el primer visto bueno de la Comisión Institucional para la Protección del Patrimonio Histórico, Artístico y Natura, está previsto que regrese para recibir el visto bueno definitivo. Después, Turismo comenzará la reforma y ampliación de Palacio y del edificio anexo, que será la futura sede de la Organización Mundial de Turismo a partir de 2024.

El complejo fue inaugurado en 1970 y suma más de 40.000 metros cuadrados de espacio para la celebración de eventos. Una de sus señas de identidad es que, en la fachada, dispone de un mosaico de azulejos diseñado por el artista español Joan Miró.

Cinco meses para obtener licencia

El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo solicitó la licencia para la remodelación al Ayuntamiento de Madrid el pasado mes de septiembre. En primera instancia, desde el Consistorio se le solicitó que corrigiese algunas deficiencias menores antes de revisar el expediente la Comisión Institucional para la Protección del Patrimonio Histórico, Artístico y Natural. El propio delegado de Agenda Urbana del Ayuntamiento de Madrid, Mariano Fuentes, aseguró que eran "el primer interesado en que se inicien las obras de la manera más rápida posible". Finalmente, los errores se solventaron con normalidad y ha sido en la reunión del mes de enero cuando han dado el primer visto bueno.

Según informó este mes Europa Press, la reforma solicitada incluye a los edificios A y C del complejo, el auditorio y recinto congresual, un total de 25.900 metros cuadrados. La intención es ampliar y remodelar el Edificio A y acoplar el Edificio B a las futuras necesidades de la Organización Mundial de Turismo, que antes se ubicaba más arriba, en el número 42 de la Calle Poeta Joan Maragall, paralela al Paseo de la Castellana. La intención de la cartera de Reyes Maroto es poner al servicio de Madrid un espacio para seguir atrayendo turismo de negocios e importantes eventos.

Los empresarios madrileños, a través de Madrid Foro Empresarial, han sido uno de los principales impulsores del proyecto, instando en varias ocasiones a su reapertura al Ministerio. El activo depende de Turespaña, el organismo autónomo de la Administración encargado de la promoción en el exterior de España como destino turístico, el cual tuvo que decretar el cierre provisional en 2012, que paso a ser definitivo al no poder invertir los 40 millones de euros de la reforma. Además, uno de los auditorios está inutilizado desde hace más de 20 años después de que se ocasionase un incendio.

Los palacios de congresos malditos de Madrid

Madrid quería tener dos palacios de congresos y acabó sin ninguno. En 2008, el Alcalde Alberto Ruiz-Gallardón colocó la primera piedra del que optaba a convertirse en el nuevo Centro Internacional de Convenciones de la Ciudad de Madrid. Este espacio se iba a desarrollar en el solar vacío junto a los cuatro rascacielos que coronan la ciudad de Madrid. Los planes incluían un majestuoso edificio de 120 metros de altura, tres auditorios y capacidad para albergar a 30.000 personas. Sin embargo, el estallido de la burbuja inmobiliaria frenó en seco el desarrollo. De aquello solo quedó un gran agujero para los cimientos, que costó a las arcas públicas 99 millones de euros. Finalmente, nunca se construyó allí ningún recinto para congresos, sino un rascacielos de oficinas, hospital privado y centro comercial.