NEGOCIACIONES AL LÍMITE

El guiño de Almeida a los carmenistas hace reaccionar a Vox

  • Vox acepta sentarse a negociar los presupuestos con Almeida tras la llamada del equipo de gobierno a Recupera Madrid para tantear un acercamiento.

  • El alcalde amplía 48 horas el plazo de enmiendas a la totalidad para negociar con la izquierda y evitar el veto de todos los grupos a sus presupuestos.

Tanto José Luis Martínez Almeida como Isabel Díaz Ayuso dependen de los portavoces de Vox, Rocío Monasterio y Javier Ortega Smith, para sacar adelante sus presupuestos.

Todo era no hasta que el alcalde José Luis Martínez Almeida ha movido ficha con el grupo mixto. Javier Ortega Smith se ha negado hasta ahora a sentarse con el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid para hablar de presupuestos, ha llamado comunista al alcalde para justificar su negativa y hasta ahora decía que todo debía hacerse con luz y taquígrafos y no en un despacho.

Pero ayer lunes los cuatro ediles de Recupera Madrid amenazaron con presentar una enmienda a la totalidad, lo que supondría en la práctica dejar de ser un comodín para los presupuestos de Almeida. En el gobierno temieron perder esta posibilidad ante el portazo que Vox les había dado hasta ahora, y llamaron al grupo mixto para pedirles 48 horas más y hablar. El órdago de los carmenistas parecía haber salido bien al propio grupo mixto, pero en Vox saltaron las alarmas y la cosa se enredó. De pronto, ahora sí aceptan sentarse con Almeida.

Cita el jueves

La cita entre Ortega Smith y Almeida será el jueves por la mañana, según confirman en Vox, sólo unas horas antes de que finalice el plazo de presentación de enmiendas a la totalidad, que ha sido ampliado este martes precisamente para poder negociar con Recupera Madrid y no cerrar su puerta.

La confirmación de esta cita se produjo por la mañana una vez que Recupera Madrid confirmó públicamente la llamada recibida por el equipo de Almeida y de que Vox recibiera la confirmación de ampliación de plazo de enmiendas a la totalidad. Es decir, poco antes de que el alcalde y su entorno volvieran a reiterar ante los medios que Vox sigue siendo su socio preferente y que no va a cerrarse ninguna negociación con otro grupo en estas 48 horas. Las fichas vuelven así a la casilla de salida.

Ni Vox ni Recupera Madrid aspiran, dicen, a cerrar la letra pequeña de su potencial acuerdo en este plazo, pero sí tienen tiempo de ver si hay cambio de actitud en Almeida y con quién está realmente dispuesto a negociar las enmiendas parciales en la semana que resta hasta la votación definitiva del 22 de diciembre.

¿Fugaz mano tendida?

La mano tendida parecía haber cambiado de bando en apenas 24 horas. Hasta ayer lunes el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, tendía la mano solo a Vox, su socio preferente, para seguir negociando los presupuestos de la ciudad sin querer mirar la que tendían desde el grupo mixto.

Pero durante unas horas la negociación parecía haber girado de bando, mirando hacia los cuatro ediles de Recupera Madrid, a quien Almeida, a través de sus interlocutores en esta negociación, llamó para aplacar los ánimos y pedirles, ahora sí, que se sentaran a negociar.

El gobierno de coalición formado por PP y Ciudadanos ha remitido esta mañana un escrito al presidente del pleno, Borja Fanjul, para retrasar 48 horas el plazo de presentación de enmiendas a la totalidad que finalizaba hoy, de forma que pueda haber una negociación in extremis con esta formación. También el plazo para las enmiendas a la ordenanza fiscal se ha retrasado hasta el jueves.

Fuentes de la Delegación de Hacienda y Economía que dirige Engracia Hidalgo aseguraban por la mañana que las conversaciones se quieren mantener con todos los partidos, no solo con Recupera Madrid, y que el aplazamiento no se debía solo a la amenaza que lanzaron ayer los carmenistas sino que también se debía al hecho de que el PSOE también dijo ayer que presentarían enmiendas parciales para poder negociarlas.

Los del grupo mixto advierten de que si en las próximas 48 horas la negociación con el equipo de gobierno no les parece fructífera, es decir, no ven que se pueda llegar a un acuerdo general, pueden aún presentar una enmienda a la totalidad. Y su principal línea roja, advierten, radica sobre la reducción del IBI a colectivos más vulnerables.