Una de las noches más anheladas del año se aproxima: Halloween. Justo después, el Día de Todos los Santos, una celebración nacional que invita a muchos a ser creativos y originales en la cocina y ponerse manos a la obra con esas deliciosas recetas típicas de esta celebración.
Los manjares tradicionales de estas festividades se han convertido en clásicos. Entre ellos, los postres son protagonistas, ideales para deleitar y encantar a los invitados, en especial a los más jóvenes del hogar. Aunque muchos afirmarán que nadie hace rosquillas o pestiños mejor que las abuelas, la realidad es que se pueden preparar en casa con una calidad admirable y sin dedicar excesivo tiempo o esfuerzo. Otro de los postres más demandados en el Día de Todos los Santos son los huesos de santo.
No pierdas detalle de lo que viene a continuación, pues te vamos a enseñar cómo preparar Huesos de Santo de una manera sencilla:
Sin duda, uno de los dulces con un nombre más apropiado para una noche que se caracteriza por el recuerdo de los muertos. No son otra cosa que mazapanes cuya forma de canutillo blanco recuerda poderosamente a los huesos de nuestro cuerpo, más en concreto a las falanges de un dedo. Aunque el relleno clásico es el de yema, existen apetecibles variantes que la sustituyen por praliné, coco, fresa o chocolate.
Receta de Huesos de Santo
Ingredientes para el mazapán
250 gramos de almendra molida
200 gramos de azúcar
100 mililitros de agua
Ralladura de un limón
Azúcar glasé
Ingredientes para la yema
Cuatro yemas de huevo
100 gramos de azúcar
50 mililitros de agua
Ingredientes para el glaseado
200 gramos de azúcar glasé
5 cucharadas de agua
Los Huesos de Santo se pueden relleñar con diferentes sabores. /
Preparación
Hacer un almíbar con el agua y el azúcar a fuego lento.
Incorporar el almíbar a la almendra y después la ralladura de limón.
Dejar reposar este mazapán durante dos horas.
Una vez pasado el tiempo, espolvorear la encimera con azúcar glasé y trabajar la masa. Extender con un rodillo hasta que el espesor no supere los tres milímetros. Cortar en porciones de unos cinco milímetros de ancho.
Después toca el turno de preparar el relleno de yema. Para ello hay que batir bien las yemas de los huevos.
A la vez, preparar otro almíbar de la misma forma que para el mazapán.
Una vez fuera del fuego, integrarlo con las yemas.
Esa mezcla hay que cocerla al baño maría unos 30 minutos, hasta que quede una crema espesa.
Reposar en el frigorífico durante una hora.
Lo siguiente es montar los huesos de santo rellenando con la yema el mazapán. Una vez estén todos hechos, preparar un glaseado con el agua y el azúcar glasé y bañar.