El Gobierno de Alemania ha decidido finalmente nacionalizar la eléctrica Uniper como parte del nuevo programa de rescate, haciéndose con el control de algo más del 99% del capital social, según ha informado en un comunicado.
El programa parte del acordado en julio. Así, el Estado alemán participará en una ampliación de capital de la empresa por valor de 8.000 millones de euros.
La ampliación se hará a un precio de 1,70 euros, lo que supone un descuento del 59,3% respecto al precio de 4,18 euros al que cerraron las acciones de Uniper el martes en la Bolsa de Fráncfort. Como parte de este proceso, Alemania también comprará la participación de Fortum por 466 millones de euros a dicho mismo precio.
Antes de que empezara la guerra de Ucrania, la participación de Fortum en la eléctrica alemana estaba valorada en el entorno de los 11.000 millones de euros.
El banco público alemán KfW proporcionará financiación a Uniper de acuerdo a sus necesidades de liquidez. No obstante, Uniper ha alertado de que la liquidez necesaria dependerá se le abonen los pagos que son necesarios para cubrir los costes asociados y las llamadas de margen en los mercados financieros.
"El acuerdo de hoy [...] asegura el suministro de energía para empresas, municipios y consumidores. La enmienda del paquete de estabilización de julio era necesaria ante la intensificación de la crisis energética", ha subrayado el consejero delegado de Uniper, Klaus-Dieter Maubach.
Las partes también han acordado que Uniper tendrá preferencia de compra en caso de que la firma decida desinvertir parte o la totalidad de sus activos de generación nuclear e hidroeléctrica en Suecia hasta finales de 2026.
Como parte de este proceso, Fortum desconsolidará a Uniper de sus cuentas. Esto tendrá un efecto positivo, porque ya no tendrá que registrar provisiones y ajustes contables con respecto a las pérdidas de Uniper.
Uniper registró pérdidas de 12.418 millones de euros en los seis primeros meses de 2022, en contraste con el resultado negativo de 20 millones en el mismo periodo del año anterior, como consecuencia del impacto de la sustancial reducción del suministro de gas desde Rusia.