GASTRO
Marisquerías de barrio en Madrid: ostras, gambas y bogavantes a precios populares
Direcciones a precio asequible para darse el gusto de comer producto del mar en Embajadores, Tetuán, Aluche...
Las ostras de Atrapallada (Madrid). / Atrapallada
El madrileño gusta del marisco. Quizá sea por la lejanía con el mar, en la capital siempre ha gustado lo de pelar gambas o chupar patas de bogavante. De ahí la frase de que Madrid es “el mejor puerto de mar de España” por la alegría con la que reciben crustáceos y bivalvos.
Además de los clásicos templos del producto de mar, existen otras direcciones cien por cien fiables y que se distribuyen los distintos barrios: puede que no sean los que todos tienen en mente a la hora de señalar los clásicos del marisco en Madrid pero cumplen sobradamente… y a un precio más económico
Atrapallada
En este restaurante de la zona de Embajadores (Paseo de las Acacias, 12) se lleva trabajando el género fino -gallego y de cualquier otra parte del país- desde hace más de 40 años. Hace casi 10, María Ángeles cogió el relevo familiar y, junto a su marido Kiko, le dio un lavado de cara a un restaurante de servicio veterano, sabio y atento, que saluda por su nombre a los habituales. Entre lo que no puede faltar en cualquier comanda están los berberechos, las vieiras y los percebes gallegos o los tremendos carabineros. Además de tratar de 10 el producto, también se animan con recetas ingeniosas y resultonas, como las almejas en salsa de ajo negro. Cuentan con una buena terraza.
Rafa
Un sol Repsol reconoce la labor de este restaurante señero de la zona de Retiro, abierto por dos hermanos de Guadalajara en 1958 y que comenzó a vender marisco por casualidad tras comprar género de mala calidad por error unas navidades. Desde entonces, se conjuraron para proveerse siempre del mejor marisco posible y en eso siguen, ofreciendo camarón gallego, gamba de la lonja almeriense de Garrucha o su celebrada trilogía de ostra, berberecho y erizo. Los que saben dicen que en su barra de madera a uno se le pasa el tiempo volando, entre bichos marinos y su afamada ensaladilla rusa.
El buen género de Cervecería Alonso. / Cervecería Alonso
Cervecería Alonso
Este bar de la zona de Prosperidad (Gabriel Lobo, 18) juega esa doble condición de cervecería y marisquería que es un clásico en Madrid, un ADN propio que también se da en otros ilustres representantes de esa liga como El Doble de Chamberí. Aparte de sus famosísimos callos, en esta taberna con más de medio siglo a sus espaldas hay marisco del bueno: navajas, nécoras, gambas, cigalas, cañaíllas, berberechos, zamburiñas, percebes… Todo ha de acompañarse con una de esas cervezas servidas con tiralíneas: siempre con espuma con el tamaño y la densidad justas.
Taberna Delfin
Iván es el nombre castellanizado de Ming Heng Chen, el cocinero chino que trabajaba junto a Paco, el anterior dueño de este bar castizo de Usera, vecino de la ahora animadísima zona de Madrid Río (Eugenio Caxes, 12). Se quedó con el negocio a cambio de que, además de heredar el local, se produjese un traspaso de las recetas habituales de la casa. Además de los imprescindibles callos, Iván ha metido en la ecuación una sorprendente selección de marisco en la caben coquinas, nécoras, cigalas y hasta santiaguiños, como si Iván hubiera conseguido traer hasta este rincón de Madrid un pedacito de la ría gallega.
La Castañal (Madrid). / La Castañal
La Castañal
Tetuán es uno de los barrios madrileños donde están resistiendo de manera más heroica los restaurantes tradicionales. Un ejemplo de ello es La Castañal (Berruguete, 78), un local viejuno desde su propia fachada, con uno de esos carteles de tipografía clásica que juega a dos colores. “Cocina gallega” ofrecida por los hermanos Ramos -tercera generación familiar al frente- sin líos en las preparaciones, donde se tira de plancha y de cocción. La estrella absoluta es la centolla de la ría, pero se puede completar una comándala de escándalo sumando bígaros, ostras y zamburiñas.
Ribeira Do Miño (Madrid). / Ribeira Do Miño
Ribeira do Miño
Conocido como la “marisquería de Malasaña” (Santa Brígida, 1) este restaurante resulta una ‘rara avis’ en un barrio que ha cambiado a la velocidad de la luz. Lo más típico aquí es pedirse una mariscada variada para compartir entre varias personas. Por menos de 50 euros comen dos y el precio se abarata a medida que el número de personas asciende. También se pueden pedir a la carta nécoras, almejas o buey de mar. Para completar, hay un menú de recetario cien por cien gallego, con lacón, pulpo o pimientos de Padrón.
Círculo Marisquería (Madrid). / Círculo Marisquería
Círculo Marisquería
Se autodenominan como “el puerto de mar de Aluche” y conjugan espíritu de barrio y una decoración contemporánea. Ubicado en el añejo Centro Comercial San Ignacio de Loyola (Oliva de Plasencia, 1) en lo que fue una antigua discoteca, aquí se ofrecen mariscadas variadas, pero también raciones individuales de langostino rayado, cigala terciada o gambón. Además, el menú incluye una selección de pescados interesantes, como el cogote de merluza de pinchos, casquería marina fina. También ofrece servicio para llevar a casa.
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