La huelga del sector del transporte, debido al aumento de precios en los carburantes, lleva varios días ocasionando parones en todo el país. Los transportistas reclaman al gobierno medidas para paliar los efectos de la subida ocasionada por la guerra en Ucrania a través de un paro de actividad que está ocasionando incidentes para los trabajadores que han decidido nosecundar. El precio de la gasolina alcanza su máximo histórico y, si para los conductores de turismos supone un sacrificio importante en la economía familiar, para los transportistas el gasto se multiplica y hace insostenible la rentabilidad del negocio

El deposito de un camión cuenta con 800 litros de combustible, si el gasóleo está rondando los dos euros, el porte o el desplazamiento de mercancías exime cualquier tipo de beneficio, que, también, se evapora entre los sueldos, la Seguridad Social, el mantenimiento y demás gastos que involucran el desplazamiento del camión. Por ello, los transportistas han decidido cesar su actividad de manera indefinida hasta que se ponga una solución en el problema, para que no se produzcan impagos, despidos y la quiebra de muchas empresas del sector.

La industria alimenticia requiere del transporte viario para la distribución de productos en todo el país; con la leche y derivados de la misma como productos perecederos, la industria láctea, que supone un 2% de la producción industrial del país, entorno a 9.500 millones de euros, se ha visto obligada a cesar su actividad debido al desabastecimiento de productos que le impiden elaborar los comestibles que posteriormente se distribuyen a los supermercados.

La Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil) ha anunciado que el 95% de la producción nacional se ha paralizado debido al cese de mercancías. Los productos lácteos son altamente perecederos, por lo que un parón en el envío de suministros podría suponer perdidas millonarias para las empresas de este sector. Además, estos productos están considerados como bienes básicos, por lo que son necesarios y de primer orden para el consumo humano. Este parón según Fenil "está acarreando consecuencias sociales, económicas y medioambientales inevitables", ya que supondrá la suspensión de la recogida de la leche en las explotaciones ganaderas desde mañana. Fenil ha subrayado que solo se revertirá esta decisión "si se garantiza el derecho a la movilidad y la seguridad de los transportistas que no han secundado la huelga".

Los sindicatos no han secundado oficialmente esta huelga, por lo que los parones se están estableciendo de manera irregular por todo el territorio, sin embargo, son numerosas las asociaciones de transportistas que han establecido el paro de manera autónoma. La huelga se mantendrá de manera indefinida hasta que se establezca, se regule o se intervenga sobre el precio de los carburantes.