La ronda italiana

Pogacar lanza el primer ataque, pero se queda sin ‘maglia rosa’

El ciclista ecuatoriano Jhonatan Narváez se impone en la jornada inaugural del Giro donde el fenómeno esloveno sacrifica a sus gregarios.

Jhonatan Narváez, con la primera maglia rosa. / / GIRO DE ITALIA

El Giro no es una clásica. Son 21 días de competición y al menos 12 o 14 etapas con miga y chispa. Cualquier movimiento hay que calcularlo de antemano. Sobre todo, si ya se va a actuar en la jornada inaugural por mucho cebo que ponga la organización con puertecillos duros que invitan a una ofensiva, pero donde también hay que calcular que atacar como si no hubiera un mañana, tal cual fuera la Strade Bianche o la Lieja-Bastoña-Lieja, es una locura y hasta preguntarse si realmente merece la pena quedarse sin equipo a las primeras de cambio.

Tadej Pogacar, salvo sorpresa extrema, ganará este Giro, pero tiene que actuar con cabeza si no se quiere llevar un disgusto, mucho más serio que perder al esprint la primera etapa, jugando al ataque, pero sin el premio de la ‘maglia rosa’ que se enfundó el corredor ecuatoriano del Ineos Jhonatan Narváez. Había un pequeño pero inquietante puerto con la cima a tres kilómetros de Turín y Pogacar buscó su primera ofensiva después de que su equipo, el UAE, controlase la primera etapa, disputada sin respiro y a un nivel tan alto que al final el fenómeno esloveno se encontró que en la fase decisiva del día sólo le quedaba el auxilio de su compañero polaco Rafal Majka.

El resto de los gregarios sucumbió en las colinas del Piamonte, un ejercicio físico que merece por lo menos una reflexión pensando tanto en la subida de este domingo al santuario de Oropa como en las 20 etapas que aún se deben definir en la larga ruta hacia Roma.

Es muy difícil ganar un Giro sin equipo y, ciertamente, el UAE se ha vestido para la ocasión con gregarios bien uniformados, aunque ha dejado a los que mejor calzan para el Tour y para que en la ronda francesa no le falte la ayuda que Pogacar habría necesitado en el primer acto de la ronda italiana.

Del Giro al Tour

Si gana el Giro pero luego erra en el Tour la temporada habrá sido buena pero no fantástica y en esta ronda italiana Pogacar debe correr tanto con las piernas como con la cabeza; controlar lo justo la carrera y tener en cuenta que tras el aperitivo montañoso de este fin de semana tampoco vendría mal a su equipo permitir alguna fuga con un ciclista que no inquietase demasiado pero que ilusionase a los suyos para que protegieran su casaca rosa, al menos hasta la contrarreloj del próximo viernes.

Pogacar desistió de atacar en la subida a La Maddalena, a 22 kilómetros de la meta, porque vio que sólo lo seguía uno de sus siete gregarios y luego en la subida final a San Vito no hubo suficiente desnivel para coronar en solitario. Se le engancharon a rueda tanto Narváez como el alemán del Bora Maximilian Schachmann, un ciclista berlinés de 30 años que, entre otras cosas, ha ganado dos veces la París-Niza. Narváez y Schachmann superaron a Pogacar en el esprint final en una jornada inaugural en la que el resto de los rivales comenzó a ceder tiempo: Tiberi, Thomas, Martínez, Alaphilippe, O’Connor y Uijdebroecks, 10 segundos, y Bardet junto a Quintana, 57. El mejor español fue Juanpe López que cruzó la meta 20 segundos más tarde que Narváez.