Algunos jugadores encuentran en los grandes torneos de selecciones como la Eurocopa y el Mundial pasarelas para entrar en la historia. Es el caso de Éder, el autor del gol que hizo campeona continental a Portugal en 2016. O Charisteas, que hizo el tanto de la victoria de Grecia en la Eurocopa 2004, donde el máximo goleador fue el checo Milan Baros. Y no solo goleadores: Rustu fue clave en el tercer puesto que logró Turquía en el Mundial de 2002.

Son futbolistas que desarrollan el don de la oportunidad en trofeos que atraen miles de miradas, como la Eurocopa femenina 2022, en la que España e Inglaterra se miden en cuartos de final. Ambas alcanzaron esta ronda de modo diferente, pero en los dos combinados que se enfrentan este miércoles a las 21:00 horas han resurgido dos delanteras que han permitido sellar la clasificación: la española Marta Cardona, que anotó un tanto decisivo contra Dinamarca; y Beth Mead, pichichi del torneo con cinco tantos.

Dejar el fútbol

"En enero me llegué a plantear más de una vez dejar el fútbol. Le dije a mis amigas, 'voy a dejar el fútbol, no me merece la pena'", aseguraba emocionada Cardona después del triunfo 0-1 de España ante el cuadro danés con el que las de Vilda se metieron entre las ocho mejores como segundas de grupo. Es la cuarta vez en la historia que la selección femenina lo consigue, tras las ediciones de 1997, cuando alcanzó las semifinales, y las de 2013 y 2017, cuando los cuartos fueron su límite.

Al cuadro que dirige Vilda le bastaba un empate frente a Dinamarca, pero logró el triunfo gracias a un tanto de cabeza de Cardona, actualmente sin equipo tras no ser renovada en el Real Madrid. A sus 27 años, la zaragozana no podía estar más emocionada. Hace apenas unos meses estuvo a punto de tirar la toalla para centrarse en la carrera de derecho. Las lesiones le habían llevado al límite.

Si en la temporada 2020/21 era declarada como la jugadora revelación tras su gran temporada con el Real Madrid, con 14 tantos, en la 2021/22, una lesión en la rodilla derecha le obligó a pasar por quirófano al principio del curso. Puso fin a la larga travesía en el desierto con su reaparición. Con todo, Vilda confió en ella y la incluyó en la lista.

La propia Cardona consideraba la decisión un riesgo. Pero el tanto frente a Dinamarca le dio la razón al seleccionador español. “Se me han pasado muchas cosas por la cabeza. El gol va por todas, por Virginia, por Jenni, por Alexia, por las que no han podido venir”, afirmaba la delantera en referencia a las ausentes.

Pólvora y talento sin el que España está teniendo que armar cada plan de batalla, planteado con amplias dosis de posesión (66,3%, líderes en esta estadística, por delante de Inglaterra), pero carente de efectividad de cara a puerta. “El míster se la ha jugado mucho trayéndome. Esa confianza me da mucha fuerza. Es un sueño cumplido, pero supera con creces todo lo soñado. Es una familia, tenemos un grupazo, un ambiente espectacular”, destacó una futbolista que se une a las españolas que han anotado en una Eurocopa.

Inglaterra, un clásico

En el horizonte de Cardona no aparece ahora el deseo de abandonar, Su próximo destino podría ser el Atlético de Madrid, aunque su destino se resolverá después de la Eurocopa, porque su futuro y el de España depende de Inglaterra. Un rival de sobra conocido, porque es el combinado contra el que más se ha enfrentado La Roja (15 partidos, con tres victorias, seis empates y seis derrotas).

El último encuentro entre ambos equipos fue en la Arnold Clark Cup que se disputó el 20 de febrero. Aquel choque terminó en empate (0-0). En el equipo inglés destacan varios nombres propios como el de la lateral derecha Lucy Bronze, flamante nuevo fichaje del Barcelona y ganadora del ‘The Best’ en 2020; o el de Fran Kirby, avanzada del Chelsea, elegida en más de una ocasión mejor jugadora de la Women’s Super League inglesa y quien superó una pericarditis para seguir en la primera fila del fútbol femenino.

Pero ellas estaban en las quinielas. No así, con tanta fuerza, Beth Mead, delantera del Arsenal que lidera la tabla de máximas anotadoras de la Eurocopa femenina con cinco dianas en tres partidos (tres frente a Noruega, uno contra Austria y otro ante Irlanda del Norte). Estas actuaciones han convertido a Mead en la jugadora más querida por los aficionados de las Lionesses -como se conoce a la selección inglesa femenina-, que acompañan cada uno de sus toques con el cántico “Beth Mead’s on fire, your defence is terrified!”, siguiendo la partitura del “Will Grigg’s on Fire”, dedicado al homónimo delantero norirlandés, que se hizo famoso en la Eurocopa de 2016.

Beth Mead es la líder espiritual y anotadora de una selección inglesa que aspira a conquistar su primera Eurocopa femenina, aprovechando su condición de anfitriona. Por el momento, ha batido todos los récords del torneo, con la mayor victoria del mismo (8-0 frente a Noruega) y siendo la más anotadora y que menos goles encaja (14-0). La propia Mead se ha convertido en la futbolista que más veces ha visto puerta en una fase de grupos y la única que ha marcado en los tres partidos de esta etapa.

El fiasco de los JJOO

Pero Mead es una estrella renacida. Hace apenas un año se quedaba fuera del equipo olímpico de Reino Unido que participó en los Juegos de Tokio. El Team GB no pasó de cuartos tras caer frente a Australia en penaltis. Aquella decisión fue controvertida e inesperada para la gunner. “Obviamente, fue muy decepcionante, pero no sería la jugadora que soy hoy si eso no hubiera sucedido. He madurado y he comenzado a no reparar en lo que dicen de mí los demás y a concentrarme más en mí misma”, aseguraba antes del inicio de la Eurocopa.

Algunos hinchas ingleses han rebautizado el torneo como el ‘Beth Mead Revenge Tour’, pero lo cierto es que este empezó hace meses. Su temporada con el Arsenal ha sido sobresaliente, con 11 tantos que le han permitido a su club ser segundo en el campeonato local. Con la camiseta de Inglaterra, supera la media de gol por partido en sus últimas 16 convocatorias. “He jugado con mucha más libertad este año”, desvela una de las principales amenazas para España este miércoles y estilete de una selección inglesa que quiere quitarse la espina de 2009, cuando quedó subcampeona, como en la edición inaugural de 1984.

La actuación de Mead ante Noruega fue una imperial carta de presentación. Un ‘hat-trick’ frente a una selección que acabó totalmente desdibujada y que no es precisamente un ejemplo de debilidad continental. Al revés, es undécima en el Ranking FIFA y conquistó la Eurocopa en 1987 y 1991. Cuenta además con cuatro subcampeonatos. “Somos muy afortunadas de que ella sea parte de nuestro equipo. Lo que aporta es increíble: goles, asistencias y mucha energía”; declaraba Ellen White, compañera de la pichichi del torneo.

Mead fue un ejemplo de talento precoz, que sobresalió antes de llegar a edad juvenil, incluso en categorías mixtas. En 2015 fue máxima ganadora de la Women’s Super League y eso le valió dar el salto en 2017 al Arsenal, uno de los equipos punteros de Inglaterra. Aunque creció como delantera centro, con las gunners se desplazó a la banda derecha y desde ahí está nutriendo de goles al combinado de Sarina Wiegman, quien no pudo estar en el partido ante Irlanda del Norte tras dar positivo por covid.

La máxima goleadora de Inglaterra en el torneo debutó con las Lionesses en 2018, cuando estaba al mando Phil Neville, exjugador del Manchester United. No tuvieron una buena relación y el que fura miembro del cuerpo técnico del Valencia acusó a Mead de ser demasiado relajada y no mostrar el compromiso que requería. Pero lo cierto es que tanto en el Arsenal como en la selección, Beth Mead ha encontrado un engarce perfecto a su explosividad.

Tanto Wiegman como Jonas Eidevall, técnico del Arsenal Women, proponen un fútbol rápido y explosivo que beneficia a una jugadora muy vertical, que prendió la mecha de su rendimiento con un rechazo. Hizo de los altibajos su mejor escalera para reivindicarse en una selección decidida a desplegar una alfombra roja hasta la final de Wembley. Algo que España, que igualmente ha ido sumando lecciones de resistencia, espera cortar de raíz.